domingo, 29 de enero de 2017

Como tomar decisiones claves para el negocio


Analizar el contexto, aprender de los errores y trabajar en equipo son algunas de las características de este proceso en donde lo racional y lo emocional se hacen presentes para lograr el éxito del negocio.

Hacia el año 1908 Henry Ford desarrolló todo un modelo que revolucionó a la industria en general, el Ford T. Así, Ford imaginó un auto que fuera accesible a todo público, de bajo precio, con una producción en serie para acortar tiempos y costos de fabricación. Apoyado en el desarrollo de Taylor, el Ford T invadió el mercado y logró su cometido: llevar a la Ford Motor Company a convertirse en una industria próspera.

En este desarrollo, hoy pieza de museo, se esconden diferentes aspectos que fueron considerados por Ford. Simplificando este proceso, se pueden señalar el considerar el mercado al cual iría dirigido en ese entonces su nuevo modelo de auto. Luego la forma de fabricarlo para lograr rapidez y bajo costo. Además, se introdujeron algunas ventajas mecánicas. Todas estas decisiones lograron un auto a un precio accesible para la clase media que rápidamente invadió los mercados.

Intuición, información, datos concretos, hoy es imposible conocer en qué principios se basó Ford para tomar estas decisiones para su negocio, pero la realidad es que funcionó.

Pero hoy en día el escenario es, tal vez, un poco más complejo. Al momento de tomar decisiones estratégicas para el negocio, los ejecutivos no pueden valerse solamente en su intuición, sino que además deberán tener en cuenta otros factores. Además, el contexto en el cual se desarrolla el negocio adquiere un peso importante, no es igual el mercado y las condiciones de Estados Unidos o Europa que la Argentina.

Factores

En las empresas, cada día, se toma una infinidad de decisiones, pero no todas afectan de igual manera el desarrollo del negocio. Aún así cabe aclarar que no por eso son menos importes. Sin embargo hay algunas de ellas que sí afectan a toda la empresa, son aquellas a las que se puede denominar decisiones estratégicas. Éstas “tienen una naturaleza compleja, se toman en situaciones de incertidumbre o ignorancia, afectan a otros niveles de decisiones, requieren un planteo integrado, tanto dentro como fuera de la organización e implican cambios considerables para toda la organización”, dice Alberto Souto; Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Belgrano (UB). Es por estos motivos que la toma de decisiones se ve atravesada por el contexto.

Así el proceso de toma de decisiones no es igual en Argentina que en otras partes del mundo. “Como es habitual en varios ámbitos, el entorno de nuestro país plantea condiciones únicas para la toma de decisiones de negocios. Tal vez el factor principal sea la información disponible para elaborar las decisiones. Aún en las mejores épocas las estadísticas disponibles son escasas”, dice Juan Vidaguren; Director de la Licenciatura en Administración de Sistemas del ITBA. A su vez señala, como otra característica propia del país, “la costumbre imperante de un cambio permanente, que si bien es un factor de la creatividad y la rapidez de acción, hace que sea muy difícil formar buenos decisores y sobre todo transmitir criterios para ayudar a otras personas a decidir correctamente”, finaliza.

Por su parte, Gabriel Aramouni; Director de la Escuela de Administración y Negocios de la Universidad de San Andrés (UdeSA), señala cinco factores clave “en el entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo”, según lo caracteriza. Estos factores son “tener en cuenta el contexto económico – financiero, político – institucional y socio cultura en el que actúa la organización. El segundo proyectar diferentes escenarios de negocios posibles para evaluar alternativas. El tercero evaluar con objetividad y rigor las fortalezas y debilidades de la organización. Cuarto pensar en el largo plazo y con un enfoque sistémico e interdisciplinario. Finalmente estar dispuestos a asumir riesgos y a adoptar una actitud de liderazgo, creativa e innovadora”, finaliza Aramouni. Así las cosas, la toma de decisiones no solamente necesita de un análisis de la situación temporal en la cual se la está pensando, sino que también se hacen presentes elementos del largo plazo que pueden modificar el rumbo o bien impactar sobre los resultados esperados. Pero este pensamiento en el largo plazo no debe ser futurología, sino que por el contrario se debe apoyar en información concreta y lo más certera posible.

Continuando con la caracterización del contexto nacional en el cual se toman decisiones, Federico Esseiva; Director y Co Fundador de Tandem Soluciones de Decisión, señala que “los altos niveles de incertidumbre y dinamismo son factores de extrema importancia en Argentina. Partiendo desde un marco legal / regulatorio que es inestable y se modifica continuamente, un factor que debería aportar simplicidad y estabilidad al contexto, en nuestro país termina siendo un factor que retroalimenta la incertidumbre”, puntualiza.

Frente a estas características del contexto, Néstor Arcuri; Director del Centro de Negocios y de Multichannel Media Sales, recomienda que “la decisión debe tener cierto grado de flexibilidad” para poder adaptarse al entorno y sus variaciones. Y agrega que “la estrategia es mirar el mediano, y el largo plazo, pero viendo el corto”. Una de las características que se observa en el mercado es que por cuestiones macroeconómicas “el dinero se puso más caro y las empresas tuvieron que cortar presupuestos y levantar campañas”, dice Arcuri. Así esta variación produjo que muchas de las acciones proyectadas por empresas de medios y publicidad en particular se vieran modificadas.

Estas modificaciones que se producen en el contexto llevan a Souto a pensar en que “siempre puede aparecer un ´cisne negro´, es decir una variable de muy baja probabilidad de ocurrencia, pero con un impacto muy alto en los resultados”.  

Todos estos factores, tanto del ámbito local como internacional, que deben ser considerados y analizados al momento de tomar una decisión estratégica, pueden llevar a la inacción. Sin embargo, esto no sucede. Según Vidaguren hay “una cultura que privilegia la acción sobre la decisión. Tendemos a tomar decisiones rápidas para evitar la inacción, asumiendo un riesgo alto de error en la decisión tomada”.

Distintas miradas

Si la información con la que se cuenta y que debe ser analizada al momento de tomar una decisión estratégica es fundamental, una de las primeras fuentes, y tal vez la más confiable, es el propio equipo de trabajo. “En escenarios tan cambiantes en una necesidad que se trabaje en equipo. El concepto de bajar línea ya no existe más”, dice Arcuri. De esta forma señala que en la formación de equipos “intervienen diferentes estamentos de la empresa. Tienen información de primera mano que uno no tiene, el feedback es importantísimo”.

En este sentido Esseiva señala que “la colaboración puede jugar un rol importante en la toma de decisiones si sabemos administrarla. Es decir, si sabemos cuándo y cómo aplicarla. Cuando se establecen bien esas condiciones, las decisiones en equipo logran mayor claridad en el análisis por las múltiples miradas involucradas, mejores propuestas de alternativas a seguir y un gran alineamiento de los participantes en la decisión tomada”. Es decir que propiciar la participación del resto de los integrantes de la empresa no solamente trae el beneficio de contar con información relevante, sino que además se enriquece el análisis de las variables y se logra un mayor compromiso con aquellos que participan del proceso de decisión y luego son los responsables de las acciones concretas. Pero también, el director de Tandem, señala que para encarar un proceso colaborativo se debe identificar “el nivel de urgencia de la decisión a tomar, la necesidad de ´adherencia´ a la decisión por parte de otros para que la misma sea implementada y la complejidad del análisis de la situación”. Sino “la misma decisión puede derivar en un enredo ineficiente, inefectivo y muy conflictivo”, finaliza Esseiva.

Esta colaboración en el proceso de toma de decisiones pone el acento en la formación del equipo de trabajo. En esta diversidad, según los especialistas, no hay que tenerle miedo a la disidencia. “Es necesario que participen los equipos técnicos en muchas de las decisiones que se toman a nivel político para que sus consideraciones sean incluidas en el análisis. Quizá incluso perspectivas que contradigan al líder para evitar el consenso forzoso y también permitir el acceso al debate no por rango sino por habilidades o experiencia”, señala Souto. En esta característica de formación de equipos, por una cuestión cultural, pareciera que Argentina presenta algunas ventajas. Para Vidaguren “nuestra sociedad no es extremadamente jerárquica, es común observar procesos de toma de decisiones que tienen una etapa ´conversada´ durante el análisis de las alternativas. Se observa que en otros países con culturas más definidas por relaciones jerárquicas más fuertes, que las decisiones no son ni consultadas ni discutidas”.

Pero más allá de los beneficios que puede traer la colaboración del equipo durante todo el proceso, el enriquecimiento con miradas diferentes y voces disonantes, Aramouni señala que “la instancia final le corresponde al responsable de la decisión, quien debe asumir ese rol de liderazgo, generando confianza y motivando al equipo para que, quizás a pesar de no compartirla, sume su compromiso y aporte. Es el arte de dirigir y hay que entrenarse para hacerlo bien”.

Errores frecuentes

Muchas veces una decisión puede no resultar exactamente como lo planeado, ya sea por factores externos, como ser una esperada reacción del consumo que no se produjo, o bien por errores en el análisis. Los primeros presentan un alto grado de incertidumbre, que puede minimizarse, pero que en definitiva no dependen enteramente del negocio y sus ejecutivos. Los segundos, los errores propios, son aquellos que deben ser tenidos en cuenta para lograr el mejor resultado posible.

Entre estos últimos desde UdeSA señalan como los más frecuentes “no interpretar señales del mercado, no anticipar escenarios, no evaluar adecuadamente las implicancias del contexto y las capacidades de la organización, no tener equipos de trabajo sólidos y bien formados”, entre otros.

Por su parte Esseiva señala, de una larga lista, el “sobre optimismo y el individualismo heroico”. El primero, según el ejecutivo, “está relacionado a una alta confianza en que las proyecciones de las variables claves que afectan a nuestra decisión se comportarán de forma benévola con nosotros y de esa forma lograremos los resultados exitosos que tanto ansiamos”. Desde Tandem explican que en este punto se puede observar una fuerte presencia del ego de aquel que toma la decisión y por lo general frente a un pronóstico más reservado o adverso se tilda al otro de pesimista.

“El individualismo heroico, continúa Esseiva, está fuertemente ligado a nuestra cultura y afecta a la colaboración. Solemos valorar por demás los actos o decisiones heroicas de individuos que han logrado éxito. Esta valoración hace que se refuercen posturas que no abren las decisiones, no someten a juicio propio ni ajeno sus opiniones y en este camino se sesgan en su propia visión del mundo”. Desde ya que estas dos posturas señaladas son contrarias a la idea de colaboración y de formación de equipos, tirando por la borda los beneficios antes mencionados.

Pálpito

Pero si hasta aquí se consideraron variables duras, como ser la información del contexto, en toda toma de decisiones también hay una cuota de subjetividad expresada por medio de la intuición. Según Aramouni “la mayor parte de las decisiones, según sabemos hoy por las neurociencias, tienen un fuerte componente emocional. La intuición es clave, de hecho se la considera una función elevada de la inteligencia. Es necesario tener el fundamento racional y la información clave para decidir, pero jamás diría que con eso alcanza”.

En este punto, donde ese pálpito que llega desde el interior se identifica con la inteligencia, se hace presente otra característica de la intuición; la experiencia. Arcuri, relacionando este tema con la formación de equipos, señala que “en un equipo interdisciplinario la intuición es experiencia y se puede sacar ventaja de esto y enriquecer el proceso”. Por su parte Esseiva dice que “pareciera haber alguna correlación entre esa “respuesta” que le llega rápido, automática e inconscientemente y las “horas de vuelo” del decisor en cuestión. Quizás esto le quite algo de mágico a la intuición, pero verdaderamente es la manera en que se construye”.

Así las cosas, en el proceso de toma de decisiones es tan importante la información objetiva como la subjetiva. Pero ninguna de las dos, en sí mismas, son suficientes para tomar decisiones estratégicas. Como señala Souto “ninguna decisión es totalmente racional, pero también es necesario destacar que los administradores / gerentes / directivos cumplen una función de agente y por lo tanto se le impone una rendición de cuentas por lo cual sería muy difícil justificar ante los ojos de los propietarios o la propia comunidad que se tomó la decisión por una corazonada pero salió mal”. O sea que se hace necesario analizar las variables y al mismo tiempo escuchar  la “voz de la experiencia” vuelta en intuición o corazonada para lograr la mejor decisión estratégica para el negocio.

Gimnasia corporativa

En este proceso en donde se multiplican las variables a considerar y se alzan diferentes voces que pueden contribuir a tomar la decisión acertada, también se pueden establecer mecanismos, rutinas y actitudes para aprender del error y no volver a cometerlo.

En este punto Arcuri señala que “hay que tener honestidad intelectual para reconocer cosas mal hechas, autocrítica, humildad y capacidad de cambio para modificar una decisión que no funciona”. Al respecto Aramouni agrega que “esto es válido para cualquiera de los niveles organizacionales, desde el primero al último. Esto supone que haya una cultura que no castigue el error o al que yerra sino que, por el contrario, se reconozca, se analice y se enmiende”.

Pero también las sucesivas decisiones, sean erradas o acertadas, aportan gran valor para el aprendizaje del proceso en general. Vidaguren dice que “la decisión basada en información ayuda a un mejor seguimiento luego de que ha sido tomada. En esa línea, se hace posible el análisis y el aprendizaje luego de algunos ciclos de toma de decisiones, y de a poco van surgiendo patrones que permitan no repetir las malas elecciones del pasado.

Este proceso de identificación e iteraciones que se debe realizar en la toma de decisiones, lleva a Souto a señalar que “Thomas Davenport, autor de Make Better Decisions, sostiene que las decisiones como cualquier otra actividad de negocio, no mejorará sin una revisión sistemática. Si no se sabe cuáles son las decisiones más importantes, no se podrán priorizar las mejoras. Si no se sabe cómo se toman las decisiones en la organización, no se podrá cambiar el proceso de cómo se toman. Si no se evalúan los resultados de los cambios, es poco probable que se logren mejores decisiones. La forma de comenzar es simple, hay que darle a las decisiones la atención que merecen. Sin ello, cualquier éxito que la organización logre tomando decisiones será mayormente una cuestión de suerte”, finaliza el Decano de la UB.


Si bien pareciera que la toma de decisiones estratégicas es un proceso complejo, donde diferentes variables y actores se hacen presentes, queda claro que la peor decisión a tomar es la inacción. De esta forma se deja todo el terreno disponible para la competencia.  

Publicado en Anuario Editorial Dossier 2016

El camino de la compra programática


Según un estudio hay factores que pueden potenciar el crecimiento de esta práctica. Marcas, agencias y proveedores de tecnología de América Latina dan su visión sobre el tema.

De acuerdo con el estudio realizado por ComScore para Media Math, en Argentina, México, Brasil y Colombia, la compra programática en América Latina representa solamente un 3% del total de la actividad a nivel global. Sin embargo, si se atienden diversos factores que hoy frenan su verdadero potencial, podría tener un crecimiento exponencial y llegar a facturar en 2019 cerca de US$ 2 billones. En tanto para el cierre de este año, se proyecta un crecimiento del 196% interanual.

Bajo la metodología de entrevistas individuales, se consultó a 52 ejecutivos de la región pertenecientes a agencias, marcas y proveedores de tecnología. Así se puede observar que el nivel de conocimiento en cuanto a programmatic no es igual entre ellos. Una de las primeras percepciones que surgieron de estas entrevistas es la carencia de profesionales de marketing digital con conocimientos sobre compra programática. Pero también, al incluir a los diferentes actores del proceso, se detectó como preocupación entre los entrevistados la falta de coordinación entre las agencias y los Publisher.

Otro de los factores detectados que frenan la expansión de compra programática es la falta de conocimiento de esta práctica entre los anunciantes. En este punto, Brasil y México se mostraron como los países más avanzados en el tema. Esta falta de entendimiento lleva a que se realice la comercialización de forma tradicional, es decir por verticales como ser deportes.

De qué se habla

En cuanto al proceso de compra programática, existe entre los ejecutivos de la región algunas percepciones erróneas. Entre ellas, el estudio destaca la idea de que se trata de una solución mágica que permite alcanzar resultados sin necesidad de una estrategia de marketing. Asociado a lo anterior, se considera que el proceso funciona “apretando un botón” y por ende no necesita de un conocimiento especializado.

Estas percepciones de los ejecutivos sobre el tema se asocian a la falta de profesionales del marketing con expertise en temas digitales. Así, las agencias se enfrentan al desafío de atraer perfiles de áreas como matemática y estadística interesados en publicidad. En este sentido a las universidades también se les presenta el desafío de comenzar a generar programas de estudio en donde se trabaje la temática y se formen nuevos perfiles de marketing.

Fiesta de datos

Si la compra programática no debe ser considerada un proceso automático o bien solamente una tecnología, sino por el contrario es necesario considerar el perfil y aporte humano en todo el proceso, un elemento fundamental es la obtención de datos y el entendimiento de esos datos.

Así se diferencia entre el denominado first party data (es decir los datos que se pueden obtener a partir de las propias webs del anunciante) hasta el third party data (en donde se compran cluster de audiencias). En lo que respecta al primer paso, first party data, el estudio revela que hasta el momento hay un uso limitado de los datos obtenidos por el medio debido a la curva de aprendizaje del proceso. Sin embargo, este paso se considera fundamental para la compra programática dado que se trata de datos confiables que revisten una ventaja competitiva para las marcas que saben capitalizarlos. Se trata de datos de primera mano de los propios clientes. El mayor problema que hoy se encuentra con relación a los datos propios son debidos, principalmente, a aquellos relacionados con el tracking de los sitios o bien con el monitoreo del usuario.

Estas falencias podrían ser compensadas dando paso al second party data (en donde se realizan acuerdos de intercambio de datos para potenciar la estrategia de marketing). Esta práctica hoy es casi nula dada la falta de fiabilidad de los datos.

Como factor de desarrollo de la compra programática se considera como requisito indispensable la llegada del third data party que además posibilitará focalizar esta práctica publicitaria en mobile.

Oportunidades

Pero no todo el camino de la compra programática está signado por carencias, sino que por el contrario se identifican diferentes áreas en donde las agencias tienen oportunidades de crecimiento y desarrollo.

En este sentido, el estudio de ComScore recomienda evolucionar las estructuras organizacionales integrando equipos de trabajo especializado en online y offline. También invertir en capacitación para poder trabajar de forma estratégica con los datos de los clientes.

Pero también se demandan acciones hacia afuera en donde se debe trabajar en la comunicación clara y simple de la compra programática. Debido al bajo conocimiento sobre programmatic entre las marcas, se identifica esta oportunidad para poder ampliar las posibilidades y así reencauzar los presupuestos hacia esta modalidad. Una forma de acompañar este proceso es el de documentar casos de éxito para poder utilizar como ejemplos con los clientes y mostrarles el beneficio que pueden obtener con la compra programática.

También recomiendan aumentar el involucramiento de las centrales de medios para poder entender las necesidades específicas de sus clientes.

Este mayor involucramiento y profesionalización de los perfiles en las agencias permitirá que cada vez más anunciantes se interesen en implementar compra programática. Pero, al mismo tiempo, las agencias deberán comprender que se les demandará cada vez más, reportes y métricas más claras y precisas, se elevaran los estándares de transparencia y la implementación de políticas antifraude para asegurar la inversión.

Conclusiones

Frente al panorama que se presenta en América Latina y teniendo en cuenta las particularidades macro económicas de cada uno de los países, se espera que para el 2017 se incremente la inversión en programmatic. De esta forma se proyecta para la Argentina un crecimiento de entre el 5% al 18%; para Brasil del 10% al 30%, para Colombia del 15% al 20% y, finalmente, para México del 10% al 35%.

Pero para esto se hará necesario formar profesionales con perfil dedicado a programmatic, integrar los equipos entre agencias; marcas y proveedores de tecnología, mejorar los procesos para otorgar transparencia y mejores métricas incluyendo mediciones que permitan incluir mobile.


Si hoy la compra programática en Latinoamérica comienza a dar sus primeros pasos y representa una pequeña porción en comparación con otros lugares del mundo, también se presenta como un terreno lleno de oportunidades y algunos obstáculos a sortear. Invertir en integración de equipos y en la capacitación serán la clave para que tanto agencias como anunciantes se beneficien de esta práctica del marketing.

Publicado en Anuario Editorial Dossier 2016

La cara de la marca


La influencia de un personaje público puede potenciar una campaña. Pero no solamente importa la cantidad de seguidores, sino que otras variables se ponen en juego al momento de seleccionar al personaje. Un producto, un servicio y hasta la comunicación corporativa pueden obtener beneficios si se elige al influencer correcto.

Contar con una cara reconocida para la promoción de un producto o servicio es un recurso el cual la publicidad ha utilizado desde casi sus inicios. Un influencer o persona con influencia puede ser desde un conductor de televisión, un formador de opinión, un actor o actriz, entre otros. Con el surgimiento de las redes sociales, la tendencia es identificar al influencer con aquellos personajes que tienen una gran cantidad de seguidores. Sin embargo, la realidad muestra que no se agota en esta característica, sino que hay múltiples variables que se deben considerar antes de su contratación.

Por supuesto la primera es el presupuesto. Un punto no menor es saber planificar cuánto se va a disponer para contar con determinada persona. Para esto se debe tener en cuenta que al momento de contratar a un influencer se está generando una relación de largo plazo y es en ese camino que recorre junto con la marca donde las posibilidades de éxito se acrecientan. Este rasgo de relación toma más relevancia si se trata de un servicio o de comunicación corporativa, en donde la identificación y movilización de la audiencia es más lenta. “Hoy vivimos la era del content marketing, del brand journalism y las marcas tienen la oportunidad de ser sus propios medios de comunicación con su público, audiencia, interlocutores”, dice Carlos Mazalan; Presidente de Mazalan Comunicaciones, y agrega “recurrir a influenciadores es un recurso que a una marca le permite llegar al público de estos y se potencia claramente. El influenciador es el medio”.

Buscando al candidato

Para la selección del influencer correcto no solamente alcanza con un buen book o una cantidad considerable de seguidores, por el contrario los especialistas señalan diferentes variables en donde se relacionan tres pilares fundamentales: la marca; la audiencia a la cual se desea llegar y la persona a seleccionar. En este sentido, Gustavo Averbuj; Regional Director Latin America y CEO de Ketchum Argentina, señala que es importante entender “la identificación con la marca, en el sentido de si es un posible usuario creíble. Los valores, qué piensa, qué siente, tiene que ver con el ideario de la marca. Además si podría traer problemas a la marca y también a quienes sigue y quienes lo siguen en las redes sociales”. Pero como la competencia no solamente se da por el mercado, Averbuj señala que también es importante saber qué tan indentificado con otras marcas se encuentra el influencer.

Desde Mondelez, Luciana Etcheverry; Marketing Services Manager Cono Sur, dice que “desde hace algunos años venimos trabajando en un marketing para la gente y con la gente. Esto implica ingresar naturalmente en la conversación diaria de las personas, nuestros consumidores. Sabemos que el 90% de la gente confía en la opinión y la experiencia de otras personas versus un mensaje tradicional de marca”. Por este motivo relata que “trabajar desde la influencia permite a las marcas en tiempo real y de forma relevante para la cultura local, ser parte de una conversación que interesa a las personas”. De esta forma no solamente toman relevancia los seguidores de un influencer, sino también la audiencia a la cual se desea llegar. “Analizamos el tipo de comunidad que lo sigue, no solamente la cantidad, sino que sus seguidores también sean propios del tipo de producto que queremos mostrar para que el engagement que se genere sea genuino y de real interés”, dice Alicia von der Wettern; Presidenta de Personally – Inside PR. Desde Personal, Silvana Cataldo; Gerente de Brand Experience para Personal y Arnet del Grupo Telecom, asegura que desde la compañía de celulares “siempre hemos acompañado la evolución de nuestros clientes, siempre desde un vínculo cercano, bajo pilares que se han mantenido a lo largo del tiempo: la flexibilidad, la conveniencia, la tecnología y la innovación. El usuario valora esa consistencia y coherencia. A la hora de accionar a través de la figura de un influencer tenemos en cuenta esta matriz que nos guía en la selección. Los elegidos deben representar los valores fundamentales de la marca”.

Así las cosas, en donde comienza a cruzarse la audiencia target de la marca o servicio, la cantidad de seguidores y el perfil del influencer, también se debe considerar las conversaciones que se producen en la red social. Para Darío Laufer; Director General de Be Influencer, “un influencer es alguien que construye una comunidad sobre un tema, del cual puede ser experto o un buen curador de contenidos. Por eso lo que importa es el relacionamiento que genera con su audiencia. Esto se mide a partir de los usuarios que lo siguen, un porcentaje le responde con acciones como el like, fav o una respuesta.”

En estas conversaciones que se entablan con los seguidores, Mariana Jasper; Socia de Alurralde Jasper + Asoc., aclara que es importante comprender “los temas de conversación que a ese influencer lo mueven. Especialmente nos interesa entender si la marca que estamos trabajando está de alguna manera ligada a esos temas. Otro punto es sobre la frecuencia con que el interés de nuestra categoría aparece en sus contenidos. También si habla frecuentemente de los temas en los que coincidimos en el interés”. Atendiendo al tipo de producto o marca, Jasper también menciona que “es importante que si la marca es muy cuidadosa de las formas y glamorosa, los influencers que la acompañen también tengan ese estilo y amor por el diseño, la moda y el mundo del glam. Del mismo modo, si es una marca muy barrial y popular, se puede asociar más fácilmente a influenciadores que manejan esos códigos”, finaliza.

También la red social en donde se desarrolla esta comunidad es importante dado que no es lo mismo Facebook que Twitter o Instagram. Florencia Vaudagna; Directora de Cuentas de Ver & Comunicar, dice que además del nivel de interacción hay que evaluar “la red social que nos conviene linkear con nuestra marca y qué tipo de posteo funciona”.

No es lo mismo

Si la selección del influencer y su comunidad contiene diferentes variables, también se debe considerar si la campaña a desarrollar es para un producto, un servicio o bien de imagen corporativa. En este punto Vaudagna señala que “en el caso de los servicios debemos establecer estrategias de más largo plazo para generar credibilidad, evitando el one shot que en el caso de productos puede llegar a funcionar mejor”. Desde Personal, una empresa eminentemente de servicios, señalan que por su masividad suelen planificar acciones amplias, cross segmento, dice Cataldo. A lo cual agrega que “además construimos un foco diferencial de la marca hacia los jóvenes y cuando nos referimos a este segmento no lo hacemos únicamente en términos etarios, sino más que nada es una definición actitudinal. Por eso proyectamos acciones con influencer a los que le gusta y disfrutan de la tecnología y la innovación como valores de marca destacados que buscamos representar a través de ellos”.

Así Averbuj remarca que “hay influencer más relacionados con marca y producto que invitan a sus seguidores a usar o comprar un producto y hay otros relacionados con la credibilidad, la preferencia y el awareness. También a la hora de analizar los issues, no es lo mismo recomendar un producto que hablar de una compañía”.  En tanto Laufer, lejos de separar entre producto o servicio, señala que “para que la estrategia funcione la marca debe contar una historia. De ese modo el influencer tiene una base para dialogar con su comunidad”.

En lo que respecta a la comunicación corporativa, Jasper remarca que “no vemos diferencia en el proceso (de selección del influencer) son las audiencias a las que queremos llegar quizás las que difieran un poco”.

Beneficios

Para las marcas contar con un influencer les permite obtener algunas ventajas en comparación con la publicidad tradicional. Según Fernando Arocena; Director de Social Media de Mazalan Comunicaciones, “el involucramiento personal en redes de un influenciador que se elija por ejemplo para ser la imagen de la marca en la publicidad tradicional aporta algo que esa publicidad ya no puede dar: autenticidad”. Pero también es posible aumentar la visibilidad y la afinidad del producto con la audiencia. “Funcionamos por recomendación y el influencer logra esto con mayor impacto. También ayuda en la construcción de personalidad de marca”, dice Vaudagna.

Así desde Mondelez señalan que contar con un influenciador para la comunicación les permite “darle un ángulo creativo y nos ayuda a que la conexión sea más genuina y tenga más sentido para la gente. Con marcas como Pepitos, Bubbaloo, Oreo, Beldent lo estamos logrando diariamente”, ejemplifica Etcheverry. Es por este día a día, y la rapidez de la interacción de las redes sociales, que von der Wettern señala que es posible tener “un timming rápido de cómo reacciona el público y eso puede ser representativo para nosotros sobre cuál podría ser el impacto en la campaña y poder cambiar el rumbo del mensaje”.

Esta posibilidad de cambio pone de relevancia la producción de contenidos, Laufer aclara que “para que las comunicaciones se potencien, las marcas deben apostar a contenidos que sean relevantes y que puedan ser apropiados por influencers y sus comunidades. Así logran generar una estrategia que funcione en varios planos, no sólo el del discurso de la marca sino también entre los usuarios”. Cuando esto se produce, la comunicación no se reduce a una pieza o a un post determinado, sino que los mismos usuarios son los que viralizan el mensaje de la marca y aumentan su exposición en forma positiva. Pero también en la generación de contenidos darle participación al influencer acarrea ventajas para la campaña en general. “Un influencer puede aportar mucho valor a una marca cuando la relación se enriquece y hay diálogo y co-creación”, apunta Jasper. A lo cual agrega “En general, los verdaderos influencers digitales tienen la habilidad de producir contenido en imágenes, texto, video, con mucha frescura y calidad. Saben el lenguaje de las redes y además tienen la relación construida con su comunidad.” Por este motivo el tiempo es también importante dado que genera confianza y allana el mensaje posibilitando la exposición de la marca. Una campaña planificada en el tiempo, en donde la marca y el influencer van construyendo el mensaje paso a paso y desarrollando posteos o contenido acorde a la audiencia seguramente traerá mejores beneficios y mayor exposición. En definitiva, se trata de construir una relación en la cual todos ganen. “Debe ser una sociedad que beneficia a las tres partes, al influenciador, a la marca y a la gente”, resume Mazalan.

Mediciones

Como en toda campaña, frente a la planificación de una agencia el anunciante desea saber cuáles serán los beneficios que traerá y si éstos están de acuerdo a la inversión a realizar. Para esto desde las agencias se trabaja con diferentes indicadores que permiten mostrar los logros de la campaña en cuestión. Según Arocena “la evaluación del uso de un influencer se mide a través de los KPI definidos para esa acción o para el plan”. Es decir que la planificación inicial no solamente va a determinar a qué influencer considerar, sino también que se va a convertir en el horizonte de aquello que se quiere alcanzar. Por su parte Jasper detalla que “hay mediciones cuantitativas que tienen que ver con el alcance -reach-, la cantidad de conversaciones, el tono (positivo, neutro, negativo) de las conversaciones generales, el click through, si clickean la propuesta si hay un call to action en la actividad con el influencer”. Pero las conversaciones no se agotan en las interacciones con el influencer, sino que por el contrario también se consideran las que se producen entre los seguidores. “Un posteo se mide por su alcance y por la interacción que tiene con las personas que siguen al influenciador. Esto da la posibilidad de analizar rápidamente las primeras percepciones de las personas que lo siguen en función a lo que se quiere comunicar”, resume van der Wettern.

Por su naturaleza, las redes sociales también aportan su propio lenguaje a las mediciones y ayudan a mostrar la efectividad de una campaña. Vaudagna señala que “se pueden cuantificar cantidad de views, likes y comments, dependiendo de la red social. Igualmente, considero que este es un aspecto de mejora, porque los reportings que se pueden hacer de estas acciones no cuentan con la precisión necesaria”.

En tanto Cataldo analiza la forma en que Personal considera el retorno con acciones de este tipo. “Se da a partir de aspectos cualitativos que tienen que ver con la asociación de la marca a una determinada figura. El resultado de estas acciones, su difusión y visibilidad ampliada a través de la acción de marca, colaboran directamente con el crecimiento de las promociones de productos y servicios que realizamos”.

Otra posibilidad de medición, para el caso de campañas integrales, es el de cruzar datos del online con el offline. “Lo que hacemos es medir el relacionamiento que genera y tratamos de cruzar los datos de las actividades en las redes con lo que sucede en el negocio del cliente. Por ejemplo, hicimos métricas de una campana en TV y le sumamos los datos del rating para entender de qué manera interactúan los medios. Así se obtienen resultados muy interesantes que demuestran el poder de la segunda pantalla en el rating”, relata Laufer.

Global o local

Con el mundo a un clic de distancia, la posibilidad de contar con una cara de reconocimiento global no es una quimera. Pero más allá del presupuesto con el que se cuenta, contratar a un personaje local o global tiene sus ventajas y desventajas. “Los globales limitan muchísimo el uso de su imagen, pero son nombres icónicos y de alto reconocimiento. Los locales son más accesibles, pero a la vez generan menos atracción, están acá a la vuelta”, dice Averbuj.

Por su parte Laufer recomienda un personaje local por su afinidad con la comunidad. “Las estrellas globales generan conversación sobre ellos, pero difícilmente con ellos”, puntualiza. Pero si las conversaciones que entabla y la comunidad con la que dialoga son importantes, Jasper señala que la estrategia de la marca también es determinante al momento de considerar una figura foránea o local. “Si la estrategia es global pareciera que un influencer global es más costo efectivo. Pero uno local tiene más preponderancia en las conversaciones”. Entonces independientemente de la nacionalidad, el lenguaje y su origen, Jasper se pregunta “Lionel Messi es global, pero es también local”.

En este cruce entre lo lejano pero conocido y la comunidad local, Vaudagna señala que “los influencer globales servirán cuando el producto o servicio se ofrezca a nivel internacional, y siempre que podamos acompañarlo de influencers locales con bajadas propias. Esto servirá para acercar la marca al público target”.


Lejos de salvar la disyuntiva sobre lo local o lo global, en donde las redes sociales borran las barreras geográficas y acercan audiencias, contar con un influencer va a permitir exponer a las marcas desde un lugar diferente al publicitario. Va a permitir que el boca en boca, ahora digitalizado, se potencie y amplifique. En resumidas cuentas que la audiencia consuma la publicidad sin sentir que es justamente eso: publicidad.

Publicado en Especial RRPP - Editorial Dossier 2016

En busca del equilibrio


La relación entre anunciantes y agencias se va modificando al ritmo que varía el mercado, la tecnología y el gusto de los consumidores. Para logar mayor afinidad de una marca y así posicionar a un producto en la mente de los consumidores, varios factores intervienen en el trabajo diario que no tienen solamente que ver con el mensaje. Co creación, big data, nuevas tecnologías y la retención del talento son elementos de peso en la reconversión del negocio.

La publicidad cambió, de eso no hay duda. No es lo mismo producir una pieza hoy que hace, tan sólo, diez años atrás. Redes sociales de por medio y todo un nuevo sistema de medios de comunicación que lograron un rápido consumo por parte de las audiencias, configuran una nueva forma de trabajo entre las agencias y sus clientes: los anunciantes.

Pero no solamente cambió el entorno, sino que también en el propio ecosistema de las agencias se produjeron modificaciones. Así las agencias hoy enfrentan una mayor competencia, pero también se ven atravesadas por cambios tecnológicos que exigen nuevas aptitudes para llevar adelante el negocio.

En un nivel macro, es decir aquel en el cual se va gestando la relación entre ambas partes, también hay modificaciones que están en curso. Si en un principio la búsqueda de una agencia por parte de un anunciante se podría enunciar como la solución a un problema mediante la contratación de un servicio, hoy pareciera que estos conceptos ya no alcanzan para obtener la cuenta. “Desde hace unos años estamos poniendo foco en lograr un mayor involucramiento de las agencias con los resultados en términos de plan de negocio, una forma de contribuir a ese engagement pasa por consolidar una modalidad de trabajo colaborativa que ayuda a construir buenas relaciones”, dice Marcos Belochercovsky; Manager de Marketing de Tarjeta Naranja. Y agrega “vemos que las agencias con las que trabajamos están súper comprometidas con estos cambios porque ven el mismo presente y el mismo futuro y tienen claro cuál es el propósito”. En este sentido, haciendo énfasis en el trabajo conjunto, Bruno Rovagnati; SVP Managing Director de R/GA LATAM, a señalar que “el primer cambio que hay que hacer es sobre el concepto/modelo de agencia tradicional y pasar a un modelo de partnership, donde la relación entre la agencia o empresa con el anunciante esté atada intrínsecamente al negocio”. De esta forma, según el ejecutivo, se genera un modelo en “donde existe un win – win” para las marcas y las agencias.

Un ejemplo de la transformación en la relación entre agencia y anunciantes es el trabajo que se viene desarrollando en Mondelez Internacional. Desde hace tres años se comenzó un trabajo de cambio y optimización en las prácticas de marketing y comunicación. Luciana Etcheverry; Marketing Services Manager de Mondelez International Cono Sur, comenta que “el lanzamiento a nivel global de ´Fly Fearless´, un nuevo modelo de trabajo basado en la velocidad, el nuevo talento y la integración entre agencia y empresa. Así estamos construyendo con las agencias una relación más igualitaria, equilibrada, donde la agencia pasa a ser un verdadero partner que acompaña el crecimiento de nuestras marcas”.

Esta idea de convertirse en socios de las marcas o empresas que contratan a las agencias, también es compartida por Santiago Sarni; Gerente General de Don Buenos Aires, “tenemos claro que tenemos que trabajar cada día más cerca y ahí está la clave de nuestro éxito conjunto.”

Convertirse en un socio estratégico del cliente no es solamente un enunciado, sino por el contrario demanda acciones concretas. Desde Movistar entienden que “las agencias exitosas en su relación con el cliente son als que piensas con el cliente, es decir, aquellas que buscan la disrupción o la creatividad dentro del marco de la problemática de negocios de sus clientes”, dice Raquel Haynes; Brand Development Manager de Movistar una empresa de Telefónica. Para lograr esto, Germán Yunes; CEO de Ogilvy & Mather Latin South, se debe “construir una agenda conjunta con los clientes que permita elevar el nivel de compromiso en el vínculo. Escuchar y saber escuchar es una de las claves. Tener objetivos claros para construir relaciones fuertes y duraderas en el tiempo”, finaliza el ejecutivo.

Esta agenda en conjunto se va desarrollando con el desarrollo de las tareas al tiempo que mejora la relación y la comunicación entre las partes. Silvana Cataldo; Gerente de Brand Experience Personal y Arnet empresas del Grupo Telecom, detalla que “la clave es construir una relación dinámica y cercana, que la agencia sea parte de la empresa y comprenda en profundidad el contexto y las necesidades de la marca, sus consumidores y el mercado en general. El involucramiento tiene que ser integral y entender que los objetivos son absolutamente comunes y que le éxito de ambas partes depende justamente de ambos. La relación debe ser cada vez menos jerárquica”, finaliza la ejecutiva de la empresa de servicios.

Más allá de la predisposición de las personas que integran cada uno de los equipos para lograr construir esta relación basada en determinados valores, un factor fundamental es el tiempo. Es decir que para lograr este trabajo conjunto se debe pensar en el mediano a largo plazo. Teniendo en cuenta esto, una contratación por proyecto atenta justamente a la construcción de la relación y hace que tal vez la agencia y el anunciante pierda a las personas talentosas y los equipo no se integren como verdaderos socios. En este sentido; Aníbal Pérez Zarlenga; CEO de McCann, advierte que “las agencias han hecho muchos cambios y ajustes que los clientes reclamaron en su momento, y que tenían razón en hacerlo, y ahora es necesario también que los anunciantes vean que, para tener el talento que sus marcas están necesitando, deben compensar a las agencias como corresponde. La búsqueda de eficiencia dentro de las empresas ha reducido mucho los recursos internos y las agencias pasamos a ser un apoyo fundamental de los departamentos de marketing”.

En esta línea Máximo Lorenzo; CEO de Grey Argentina, dice que “las compañías y sus marcas crecen gracias a las ideas, y eso es lo que nosotros sabemos hacer mejor. La entrada de procurement al proceso en los últimos años no construye para nada a esta relación, al contrario. Nos aleja de los responsables de las marcas”.

Con el acento puesto en la tecnología y las posibilidades que ésta representa en el desarrollo del trabajo cotidiano, pero también en los desafíos de los nuevos escenarios en donde circulan los mensajes, Denise Oman; Directora de Operaciones de BBDO Argentina, señala que por medio de los recursos “se abrió un mundo infinito de posibilidades de comunicación, pero también complejizó el panorama y entenderlo en conjunto con los anunciantes es vital. En ese proceso de entendimiento es clave que le dediquemos más tiempo desde agencia y anunciante al análisis conjunto, para que las marcas no pierdan dirección en medio de esta vorágine. Hay que trabajar con el cliente en la misma mesa, pero de verdad”, sintetiza.

Esta forma de desarrollar la tarea con la agencia, es la que lleva adelante; por ejemplo; Arcor. Según Andrea Palacios; Jefe de Comunicación Publicitaria de la alimenticia; “desde un inicio se buscó construir con las agencias una relación de cercanía, posibilitando así el debate, la escucha, el entendimiento. Esta forma de relacionarnos da lugar al consenso y permite que el foco esté puesto en la construcción de mensajes efectivos y eficientes mediante procesos que también lo sean. Es por esto, que vemos a nuestras agencias como socios estratégicos y no como meros proveedores”, sintetiza.  Al respecto Sebastián Yumatle; Director de Aschen, dice que “hay dos tipos de agencias: unas que trabajan para clientes y otras que son sus socias. Yo creo en el trabajo colaborativo, la red y la sumatoria de valores. Agencia más anunciante es una ecuación que debe dar como resultado mucho más que la suma de las partes”.

En este sentido el sumar se transformaría en una verdadera integración donde ambas partes se fijan un horizonte en común. “A partir de esa integración es mucho más fácil conseguir buenos resultados. Vemos que las agencias con las que trabajamos están súper comprometidas con estos cambios porque ven el mismo presente y el mismo futuro y tienen claro cuál es el propósito”, puntualiza Belochercovsky.

Este pasaje en donde la agencia deja de ser un proveedor para convertirse en parte del negocio, lleva a Sergio Polaccia; CEO de Amén Argentina, a enunciar que “la relación entre una empresa y otra depende de las personas que trabajan en ellas”, y agrega que la buena energía es un elemento vital en esta construcción. “En nuestro caso, hablamos con nuestros clientes un lenguaje simple y cotidiano, sin pre juzgamientos y sumo respeto”, finaliza el ejecutivo.

Como de relación se trata, el equipo de trabajo juega un papel fundamental. Por eso Etcheverry señala que “buscamos trabajar con personas y no con grupos u organizaciones. Elegimos una agencia en función de las personas que la integran. Éstas tienen que ser flexibles, colaboradoras, tener la mente abierta y ser curiosas para buscar nuevas formas de abordaje”.

Con una mirada similar, Rodrigo Luque; Gerente General de Llave, enumera “tiene que haber una conexión mutua, afinidad, transparencia, profesionalismo, respeto y búsqueda de los mismos resultados. Las relaciones se potencian trabajando cerca de los anunciantes, escuchándolos, entendiendo sus necesidades y poniendo siempre en el centro el objetivo de la marca / negocio”, finaliza. Pero al mismo tiempo, y atendiendo a esta idea del trato personalizado del día a día, advierte que la tecnología hoy si bien pone una distancia en este tipo de relacionamiento cara a cara, también permite “estar cerca en todo lugar y momento de manera incondicional”.

La proliferación de diferentes canales y dispositivos mediante los cuales se puede llegar a la audiencia, también produjo cambios en la relación entre anunciantes y agencias. Así, Juan Elliot; Gerente General de Coupe Buenos Aires, asegura que “las agencias tienen que volver a ser consultores del negocio de los clientes. La diversificación de especialidades en comunicación hizo que los clientes terminen con muchos ´especialistas´ pero sin un verdadero socio estratégico. La vuelta a las fuentes es fundamental, agencias integrales que aporten soluciones ya que tienen que ser custodios del cien por ciento del proceso de la comunicación, tanto de la estrategia como de la implementación en todos los puntos de contacto”.

Para lograr convertirse en socio estratégico del cliente, ambas partes deben tener en cuenta que la información sobre el negocio es vital y sobre todo generar espacios en donde ésta circule libremente y de forma sincera. “De esta forma la agencia tiene toda la información para crear una campaña exitosa”, dice Pedro Svatetz; Director de Quakmedia. Una buena forma de lograr esto, más allá del propio diálogo, es compartir la capacitación en determinados aspectos. Desde Bordó relatan que “algo en lo que venimos trabajando en los últimos años es la idea de vincular los recursos de los clientes con los de la agencia en instancias de capacitación y nuevos modos de acceso a la información y el conocimiento. Esto ayuda a emparejar las miradas acerca de los procesos de comunicación, colabora en el uso de un mismo lenguaje y permite desarrollar criterios consensuados acerca de los caminos estratégicos y creativos a seguir”, enumera Eduardo Pinheiro; Director General de Cuentas y Socio Fundador de Bordó.

Sin lugar a dudas esta búsqueda de relacionamiento necesita, para desarrollarse además del factor humano, del tiempo. Es con el correr de los días y las jornadas en donde los vínculos se refuerzan y se hacen más sólidos en busca del bien común. Por eso Mario Pasik, Director de Liebre Amotinada, señala que “muchos clientes quieren, cada vez más, trabajar por proyectos, pero tienen que entender que los recursos de una agencia no son tan variables y que si ellos quieren retener el talento tienen que apoyar a su agencia en ese aspecto. Se pierde mucho más de conocimiento y calidad en una mala remuneración que en una buena. Los buenos anunciantes lo saben. El trabajo a mediano plazo y en equipo es lo que genera los mejores resultados”.  

En tiempos en donde el presupuesto siempre es reducido y la búsqueda de innovación o nueva creatividad pareciera dominar la escena, donde la velocidad de la comunicación pareciera exigir nuevas reglas a cada momento, el modelo de trabajo por proyecto no termina de convencer a las agencias, e incluso a algunos anunciantes. En este sentido Daniel Onorato; Director General de Almacen, asegura que “los mejores resultados los conseguimos cuando la relación con el cliente tiene continuidad, cuando podemos profundizar en la construcción de las marcas. Pero cada vez se trabaja más por proyectos. Con distintas agencias que entran y salen. Habrá que ver dentro de un tiempo si este sistema funcionó o le hizo daño a las marcas”.

Capital Humano

La retención de talento es uno de los desafíos que enfrentan las agencias. Contar con la persona indicada que pueda tener las habilidades correctas para determinada tarea y a su vez que pueda agregar valor a esto no es sencillo. Más aún si se trata solamente de un proyecto. Por este motivo es que en la relación con los anunciantes, las agencias apuestan al mediano o largo plazo. Es ahí donde no solamente se consolida el trabajo en equipo, sino que también se maximiza parte de la inversión del cliente. Para Sarni “el capital humano sigue siendo lo más importante que tiene una agencia. Las personas que más expertise tienen y que más abiertos están a capacitarse diariamente con las nuevas plataformas y maneras de comunicar son los que se destacan y marcan la diferencia”.

Esta idea de equipo es compartida por Haynes, “la inteligencia colectiva tiene resultados mucho más constantes que un talento único al que se le cae la pera. Los mejores trabajos resultan de una mesa de diálogo con pensamiento posterior y algo de magia, pero abogo mucho más por el trabajo en equipo y la cantidad de ideas que la perla única”.

Pero también, debido al avance tecnológico y a una cuestión etaria, las agencias se enfrentan por un lado con nuevos perfiles a cubrir y a su vez a la convivencia intergeneracional en un mismo ámbito, conformando un buen mix que “trae frescura. Hay que saber entender a las nuevas generaciones”, dice Peta Rivero y Hornos, CEO y director general creativo de Human Full Agency.

Así hoy es posible encontrar amplios rangos de edad en donde cada uno aporta sus conocimientos y trayectoria al proceso creativo. Según Pinheiro “ya es habitual observar como los sub 30 dejaron de ser eruditos en términos de conocimiento para ser eficaces a la hora de obtener, seleccionar, clasificar y transmitir la información necesaria en cada momento”. Es decir que de a poco los más jóvenes comienzan a remontar camino y participan de forma activa en la toma de decisiones. Ignacio Francolino; Project Leader de Esto Es, señala que “hoy los millennial ya empiezan a ocupar puestos jerárquicos en las empresas lo que permite un cambio en el modelo de trabajo, en la percepción de lo que es realmente importante para ellos en pos de su trabajo y no al revés”.

De esta forma se puede observar como las nuevas generaciones, que se abren paso tanto en las agencias como en los clientes, vienen ganando terreno y modifican no solamente la relación, sino hasta el propio desarrollo de las tareas. Con preferencias diferentes, que no siempre pueden ser cumplidas, priorizan otro tipo de intangibles como ser horario flexible, teletrabajo, entre otros. La remuneración ocupa un lugar importante, pero también los desafíos constantes hacen que la retención de alguien talentoso sea efectiva. “En nuestra profesión el capital humano es todo. Poder encontrar un equilibrio con equipos multidisciplinarios conformados por jóvenes talentos, generaciones digitales y seniority es la fórmula perfecta. Hoy los departamentos de recursos humanos tienen un desafío enorme para unir las partes y mantener equipos en el tiempo”.

Atendiendo a estas valoraciones que hoy hacen lo más jóvenes sobre aquello que los motiva para desarrollar la tarea y permanecer en la agencia, desde Liebre Amotinada dicen que “hay recursos que necesitan un espacio de trabajo común y un horario determinado. Hay otros que ya no. Combinar ambos y mantener la alquimia, diría yo que es hoy una de mis principales actividades en la agencia”, señala Pasik.

Esta nueva organización del espacio de trabajo, en donde no todos se encuentran al mismo tiempo realizando la tarea, es otro de los cambios que se viene observando en el mundo laboral en general y en las agencias y sus clientes en particular. Según Agustín Berro; Gerente General de Di Paola, “se hace cada vez más importante crear el contexto adecuado para que cada persona haga el laburo que más le gusta hacer y que agregue el mayor valor posible al cliente. Esto implica dos cambios: formatos cada vez más flexibles de trabajo y roles cambiantes y desestructurados. El ´job description´ va perdiendo vigencia y lo que importa es la capacidad de ir adaptándonos a la demanda y dando soluciones a necesidades cada vez más específicas”.

Pero no solamente se trata de complacer a los perfiles más jóvenes, sino que también; y como parte de la reconversión del negocio, se busca que los equipos estén integrados de forma interdisciplinaria. Así, tanto del lado del cliente como de las agencias, surgen nuevos perfiles que ya no provienen solamente del lado de la publicidad. Es por esto que Palacios, con respecto a los cambios que observa en el capital humano, señala “al igual que sucede con la comunicación, que es una sola, aunque llegue a los consumidores a través de diversos sistemas, el proceso de trabajo debe también ser uno solo e integrar el pensamiento de un planner, un creativo, un director digital, del equipo de marketing. Sólo una cultura de trabajo más holística permitirá que los mensajes de las marcas lleguen de manera más orgánica y eficiente al target objetivo”.  

Esta idea de equipo interdisciplinario pone en escena por un lado los perfiles que son necesarios en una agencia, pero también la propia organización del trabajo en sí misma. “Los compartimientos estancos en el mundo de la publicidad no funcionan más”, dice Yumatle, y agrega “yo sigo escuchando gente que dice ´no sé de digital´ y cosas por el estilo. El staff de una agencia hoy tiene que saber de muchos temas que exceden de la publicidad tradicional, simplemente porque la publicidad cambió. La publicidad digital es la publicidad tradicional hoy”, finaliza.  

Esta importancia que cobra lo digital, y los cambios que produce, llevan Rovagnati a señalar que “concepto de marketing digital, es un concepto viejo si se lo piensa como silo. La tecnología y lo digital es cross a todas las áreas, deja de ser un área en sí misma para ser un KPI de negocio, un objetivo CEO de la empresa”. Al tiempo que señala la necesidad de incorporar “disciplinas como Experience Design, que trabaja la interactividad y la experiencia de los usuarios con los nuevos medios, las nuevas pantallas, áreas como Marketing Sciences donde el análisis de los datos y la comprensión de los insights de esos datos es lo que define la forma de desarrollar nuevos productos o servicios”.

Desde el lado del anunciante, Cataldo señala que en este trabajo interdisciplinario “cada uno aporta su conocimiento específico, pero valiéndose y apoyándose unos con otros para lograr mejores resultados. Es por eso que se plantea un desafío importante no solo para las estructuras actuales de las agencias sino también de los anunciantes, las cuales deben flexibilizarse, simplificarse y ser mucho más transversales”. En este sentido Polaccia remarca que “el capital humano es el why de una estructura. Por eso debemos aprender, quienes lideramos, a escuchar al que tenemos al lado. En Amen trabajamos en equipo todas las generaciones, todas son escuchadas. Es un combo ideal”.

Pero más allá de la modificación en la estructura organizativa, en donde se debe privilegiar una política de puertas abiertas y un diálogo llano y sincero, la búsqueda de talentos también se modificó. “Promover la incorporación de nuevos perfiles, sumar nuevo conocimiento y especialistas en diferentes áreas como data, tecnología, retail, etc, es fundamental hoy en día”, dice Oman. Por este motivo, Elliot asegurara que “los talentos hoy en día no están solo en las escuelas de publicidad, sino en muchos espacios diferentes. El desafío es tentar talentos que quieran trabajar en publicidad, teniendo tantas otras disciplinas más atractivas por libertad, posibilidad de desarrollo y crecimiento económico cerca”.

Esta diversidad de perfiles que hoy se exige para el desarrollo del trabajo en las agencias es lo que lleva a Ogilvy & Mather Latin South en atraer “aquellos agentes de cambio que representan el nuevo mundo de la data, la innovación y el pensamiento estratégico de las más variadas disciplinas, que nos permitan representar una diversidad de talentos para contar con una ventaja competitiva sostenida en el tiempo”, dice su CEO Germán Yunes.

Retomando la tendencia de contratación por proyecto, Onorato dice que esto “repercute, también, en el equipo de trabajo. Se de varias agencias que trabajan cada vez más con formatos parecidos a los que tienen las productoras. A mi no me gusta demasiado ese formato. Atenta contra el conocimiento profundo de la marca. Pero parece que hacia ahí va la industria”.

Así el panorama, con características que se repiten en otras industrias, las agencias afrontan las complicaciones no solamente para atraer, sino para retener a los talentos. Contratación por proyectos y otras áreas de desarrollo se interponen para hacer aún más compleja la situación de retención. “Seguimos teniendo problemas para desarrollar y retener talento y encima ahora vemos como el talento de nuestra industria se está empezando a ir a otras, como tecnología o ciencias. En unos años el 80% de la fuerza de trabajo estará constituida por millenials y no veo muchos proyectos o iniciativas basadas en cómo ir preparando este terreno”.

Con una mirada por encima de los problemas sobre el talento, pero sin desatenderlos, Federico Lamaison; CEO de Havas Worldwide Buenos Aires, enumera cómo se imagina la organización de las agencias en un futuro. “Cuentas deberá convertirse en experto en analytics para escuchar al consumidor y corregir/mejorar estrategias de comunicación en tiempo real. Producción va hacia videos de bajo presupuesto realizados en tiempo record. Medios con lo que ya sabemos de compra programática y creatividad con el uso de data para crear de manera segmentada”.

Competencia

Si el entramado de medios actual supone nuevas posibilidades de desarrollo publicitario para las agencias y los anunciantes, también desafíos de la propia actividad. “Hoy en el mercado hay una variedad enorme de agencias, con diferentes perfiles y para todas las necesidades y especialidades. La agencia que más entienda y más conversación genere con los consumidores es la que más se va a destacar. El modelo de ayer es viejo y el de hoy va a ser viejo mañana”, dice Sarni.

Este proceso de cambio hace que ya no se trate solamente de contar con nuevos perfiles, hasta a veces lejanos al mundo creativo, sino del lugar que hoy ocupan las agencias en sí mismas. Al respecto Polaccia afirma que “el concepto de ´Agencia de Publicidad´ como tal ya está caduco. Porque de hecho la publicidad cambió. Hoy los canales de TV compiten con YouTube, y los youtubers son programadores de sistemas de comunicación distintos. Las agencias deben cambiar ya no es solamente vender un producto, también es transmitir emociones en base a contenidos cercanos a la gente y que se puedan recibir desde una pantalla de cine hasta un celular. Una etiqueta ya no se lee, habla”. En sintonía con este diagnóstico, desde Aschen señalan que hoy solamente se mantiene invariable la comunicación entre el producto o servicio y la audiencia. “No solo cambiaron los medios, dice Yumatle, cambiaron los canales, las personas; se revirtió el balance de poder porque la gente ya está cansada y saturada de mensajes unidireccionales y arbitrarios”.

Este momento tan particular, en donde lo que prevalece es el cambio o por lo menos su sensación, lleva a Lorenzo a decir que “aún estamos atravesando la nube y la turbulencia y no se ve bien la luz al final del camino. Creo que el término `agencias de publicidad´ irá desapareciendo o mutando por otro en la medida que vayamos acompañando el cambio”. Así asegura que el cambio en realidad no hace referencia a una etiqueta, sino que por el contrario abarca a la propia actividad. “La publicidad ya no es más publicidad. Suena medio a cliché, pero es una realidad y tiene que ver con el contenido, que es lo que hoy comunica mejor. Un contenido relevante le gana 10 a 1 a una publicidad tradicional”.  Por su parte Berro prefiere identificar a este momento como agencias “estratégicas y no estratégicas. Cuanto más estratégicos o relevantes seamos para el negocio de nuestros clientes, más supervivencia, más rentabilidad y más empleados felices”.

Pero las nuevas generaciones, que siempre están más dispuestas a arriesgar y probar algo nuevo, no solamente piden flexibilización en la jornada laboral, sino que además se ven tentadas con otras opciones en diferentes países. “El trabajo a distancia y la apertura internacional hace que se vuelva un poco más complejo mantener el capital humano, hay muchas tentaciones de parte del mercado global”, dice Lucas Davison; Director de DHHN.

Por este motivo, en donde la multidireccionalidad se hace presente por medio de diversos canales, desde BBDO señalan que “hoy en día las agencias perdimos nuestro lugar de expertise y un poco de atractivo. La atención y el interés del anunciante están siendo disputadas por muchos. Pero hay un rol fundamental que la agencia de comunicación no perdió y es el de seguir siendo partner estratégico en la construcción de marcas. Ser expertos en sus marcas y desde ahí poder ser capaces de desarrollar grandes ideas. El gran diferencial y valor de las agencias son las ideas”, dice Oman.  

Esta visión de pensar a la publicidad en un concepto más amplio como el de la comunicación, también es compartida por Elliot quien considera que “el lugar tiene que seguir siendo el de liderazgo en las comunicaciones de las marcas. No creo que se haya perdido y es más, hoy se nota el expertise más que nunca. Hoy lo estratégico y el profesionalismo para comunicar y encontrar los territorios de las marcas es fundamental”. Al tiempo que advierte “pero hay que replantear muchos aspectos del servicio y la comprensión de necesidades para no perderlo en el futuro cercano”.

Esta modificación del lugar que ocupa hoy una agencia, lleva a Pasik a definirlo como “el médico clínico del anunciante. Nos formamos para ver el todo. La agencia es y será el core del negocio. Tenemos la obligación de acompañar al anunciante en cada decisión del gran menú de opciones, pero sin perder el sentido”.

En concordancia, Lorenzo afirma que “ya no somos imprescindibles pero podemos seguir aportando valor a la ecuación y solo lo haremos con ideas transformadoras y entendiendo a las marcas. Si no hacemos y cuidamos esto, nos llegarán los Uber, los Airbnb y los Spotify de la idea”. Al tiempo que recuerda que “alguien dijo que en el futuro tendremos acceso a todo, pero no seremos dueños de nada”.

Creadores y destinatarios

Cada vez con mayor ímpetu, propiciado por la tecnología disponible, los clientes no solamente son los destinatarios de los mensajes publicitarios, sino que también se convierten en sus creadores. Así se va consolidando lo que se entiende como co-creación. “Definitivamente la comunicación cambió. La co-creación es más amplia de lo que creemos. No solamente se trata de la gente subiendo una foto o un video para una acción de marca. Cuando hace un meme con tu idea de campaña o cuando imprime en 3D el personaje que creaste, esto también es co-creación. Y por supuesto también lo es cuando te critica en las redes sociales”, dice Onorato.

Estas conversaciones que se producen en las redes sociales o en los medios digitales en general comienzan a tomar relevancia para las marcas y se convierten en un posible punto de partida para nuevas ideas de comunicación. Desde Movistar, Haynes dice que “las opiniones de otros consumidores, conocidos o anónimos tienen cada vez más peso sobre la toma de decisiones de compra de las personas por es creo que la co-creación y los vínculos reales con las audiencias y consumidores se torna cada vez más importante. Que otros hablen por vos de tu marca de una manera real y honesta tiene una fuerza que no se compara a ningún mensaje que realice la marca”.

Así los consumidores o audiencias pasan de ser los destinatarios del mensaje y se convierten en productores. “La intervención del público en el desarrollo del mensaje es vital. En este mundo colaborativo, ellos mismos son los generadores de insights. El tema es que las marcas tienen que estar dispuestas a escuchar todo y ser consecuentes con ello”, señala el Gerente de Coupe Buenos Aires. Coincidentemente Palacios afirma que este proceso compartido de creación es “la evolución de la escucha activa hacia las audiencias y los consumidores. Considero que es efectiva pero no reemplaza la planificación y la estrategia de marketing que definen los responsables de las marcas”.

Pero la creación por parte de las audiencias no se agota en generar contenidos, sino que por el contrario abarca otros momentos. Para Yumatle “significa que podes construir una plataforma de intereses que son a la vez relevantes para la audiencia y potencian el producto o servicio directa o tangencialmente. En esa plataforma los usuarios guiados por el líder del proyecto desde la agencia proponen diversos contenidos que la marca debe considerar y devolver, como en el péndulo de Fucoalt. Bien utilizada es la herramienta de diferenciación más fuerte que existe hoy”.  Esta cercanía con la audiencia lleva a Cataldo a reflexionar que “si bien tanto marcas como agencias siempre mencionamos que partimos de la gente, de sus necesidades, de lo que busca, la realidad es que aún falta profundizar. Estar cerca de la gente es entender de manera integral a cada una de las personas a las que queremos llegar y es asumir que muchas veces no quieren ni esperan lo que nosotros queremos ofrecerles. Y hay que hacerse cargo de esa realidad y no forzar. El gran desafío acá es que implica construir relaciones a largo plazo y muchas veces se contrapone con los objetivos a corto plazo del negocio. Es clave el equilibrio”. Por su parte Lamaison identifica a la co-creación como “un proceso irreversible, imparable” y recomienda que “las marcas deberán saber leer los contenidos que los consumidores desarrollen que le sean pertinentes y hacerlos suyos, o alejarlos lo más posible”.

Las redes sociales son, casi por excelencia, el medio en el cual la co-creación encuentra el terreno más fértil.  Por este motivo Svatetz señala que “son la plataforma ideal. Si está bien hecho y con una buena idea suma muchísimo a las marcas. Las agencias deben generar las ideas y proveer los recursos necesarios para obtener buenos resultados”.  Ante lo cual Polaccia señala que “el valor de una marca cercana a la gente es la única marca con valor. El consumidor hoy crea sus propias marcas, desarrolla tendencias, acerca objetivos y posicionamiento. Lo imposible también es parte del brief. La creatividad está en cambio permanente y las marcas que mejor definan conceptualmente lo que quieren transmitir serán las ganadoras”, finaliza.

Con el acento puesto en aquello que la gente desea, desde Tarjeta Naranja entienden a la audiencia “no en términos técnicos sino en términos humanos, hablamos de personas que están del otro lado. El gran desafío para las marcas y agencias está en estar atentos a lo que esa audiencia quiere, siente y necesita, para poder traducir la experiencia y calidez en el trato con la gente y en el contenido que se genera”, dice Belochercovsky. Esta consideración y traducción en la acción de aquello que las personas esperan de sus marcas, lleva a Luque a considerar a la co-creación como “parte de la innovación. Romper el molde a la hora de pensar en la comunicación puede paralizar, pero aquellos que confíen en que sus consumidores realmente son el puente para sorprender y transmitir lo mejor de una marca, pareciera que no se van a equivocar”.

Pero también, frente a la diversidad de canales y a la gran circulación de mensajes, en donde como dice Pinheiro “la customización y la co-creación en determinadas categorías pueden hacer un diferencial definitivo en la construcción de relación marca-usuarios”, se presenta un nuevo desafío; el de la diferenciación. Por este motivo Oman señala que se debe “generar algo diferente que se destaque en todo ese mundo de contenido hecho por gente, marcas, medios. Creo que la clave está en pensar muy bien cómo una marca puede hacer una diferencia para los usuarios. Desarrollar algo tan propio y tan bueno que nadie te pueda igualar”.

Con una mirada particular, Lorenzo advierte que “personalmente me parece una buena dirección la de la co-creación, pero ojo, los consumidores son críticos y cada vez se hacen escuchar mas. No sé cuanto interés tengan ellos en co-crear. Ellos quieren que los cuiden, que no los engañen, que les den productos o servicios que hagan la vida mejor.”. Al tiempo que apunta a la escucha como el inicio de esta creación en colaboración y dice que para Grey esto se transforma en el “research & development y desde ahí es donde van saliendo las distintas ideas”.

Sin importar el momento en que se produce la interacción con los consumidores/usuarios, el desafío tanto para los anunciantes como para las agencias es poder capitalizar la co-creación. Según Yunes “la relación de los clientes con sus consumidores y la intervención de las agencias en este proceso permite generar producciones creativas e innovadoras de altísimo valor”.  De esta forma las audiencias no solamente participan del proceso o bien actúan como disparadores para generar nuevos desarrollos, sino que también comienzan a cobrar aún más relevancia. Un ejemplo de esto lo constituye el Container Audience Lab de Niña. Según Pablo Panigatti, co fundador de la agencia, “creemos tanto en que las audiencias mandan en el contexto anual de las comunicaciones que creamos este laboratorio para desarrollar el análisis estratégico de las audiencias y lograr los mejores resultados dentro del target”.

Como una forma de caracterizar el contexto actual, colocando el  énfasis en el consumo, desde R/GA agregan que no solamente es importante conocer al target, sino que también entra en juego el dispositivo que utiliza la audiencia para interactuar con la marca. “El centro es el usuario, quizá no sea una co-creación sino un mayor entendimiento del usuario en el contexto y en el dispositivo. El punto hoy está en no solo entender el segmento etario y la audiencia, sino el contexto o dispositivo donde esa audiencia está consumiendo. Nosotros trabajamos la relevancia, dando respuestas a necesidades que a veces los usuarios no pueden ni siquiera verbalizar”, finaliza Rovagnati.

Contrariamente y analizando en el tiempo el desarrollo de la publicidad, Berro dice que “la co-creación no es algo nuevo, hoy está más expuesta o más explícita, pero las marcas siempre recurrieron al cliente para saber qué hacer o para medir el resultado de lo hecho. Hoy veo marcas y agencias cada vez más abiertas a escuchar y con procesos cada vez más flexibles para adaptarse internamente”.

Con la mirada en el horizonte

Pero si hasta se trataba de la reconversión del negocio a partir de lo pasado, de las relaciones establecidas, de la forma en que se realizaban las tareas, entre otras, también los responsables de las agencias y representantes de los anunciantes se animan a pensar qué es lo que depara el futuro en materia tecnológica.

Con bases sólidas en su conocimiento y experiencia, para no caer en la ciencia ficción, comienzan a intentar dibujar los avances que van a tener impacto en el negocio publicitario y en la forma de relacionarse con las audiencias. Para Luque “cada día hay menos limitaciones para generar ideas con contenidos digitales. Surgen nuevas plataformas constantemente. Hay millones de usuarios que están híper conectados y las posibilidades son inimaginables para llegarles. Poner el foco en los usuarios es el norte, lo que sí, todo es sumamente dinámico”.

Si las plataformas digitales se seguirán desarrollando y el número de usuarios que las usan también se amplia, la manera de medir los resultados de una campaña también se va a modificar. Francolino advierte que “falta pero a futuro vamos a poder medir el impacto creativo en real time, entendiendo las emociones que genera cada creatividad, más allá del viral, de los me gusta o de los compartidos. El alcance, el engagement van a ser parte de un análisis cuantitativo y van a empezar a complementar lo cualitativo. Debemos entender cada cluster al que nos enfocamos, trabajado el conductual del usuario único (right data)”, finaliza.  

Desde BBDO, Oman reflexiona que “el ingreso de la tecnología para la construcción de la realidad individual será la clave de los próximos años. Algunos de los pilares de estos cambios son la realidad virtual y la inteligencia artificial”. Así desde Arcor señalan que “las tecnologías que habiliten mayor interacción de la gente con el contenido van a modificar la creatividad, por ejemplo, software que soporten distintos tipos de realidades: aumentada; virtual; asistida”, cierra Palacios.

En lo que respecta a la creatividad en mobile, la mayoría de los consultados lo identifica como un motor de cambio de desarrollo incipiente. Lorenzo dice que “todavía estamos en una instancia inicial de la creatividad en mobile y es sin duda la revolución que ya ocurrió y a la que el mercado publicitario está empezando a enfocarse”.  

También con el enfoque puesto en mobile, desde R/GA aseguran que “el celular y la portabilidad ya cambiaron las cosas, ahora la pregunta es cómo el machine Liaoning o la Inteligencia Artificial se van metiendo y mejorando las creatividades tradicionales, aportando en muchos aspectos una gran cantidad de información y entendimiento”. Asimismo destacan que se realizaran mayores avances en la segmentación de usuarios y en compra programática de medios. Para Davison, “un móvil se vuelve una navaja suiza de oportunidades, cuando creíamos que todo estaba inventado, surgen nuevas tendencias de uso que proponen nuevas instancias de comunicación”.

Pero los cambios tecnológicos en la comunicación también vendrán de la mano de la nanotecnología, según Yumatle. “Hace diez años soñábamos con que todas las operaciones de transmisión de información funcionaran sobre un solo dispositivo y en tiempo real. Hoy esa es la realidad. De la nanotecnología van a surgir los dispositivos que van a traer innovación, en esa área va a ocurrir un cambio realmente diferencial en la comunicación, que va a impactar en la creatividad”.  

Así, según lo enunciado por los especialistas, pareciera que las tecnologías tienden a la integración entre el mundo virtual y el mundo real y ahí se modificaría la creatividad. “Las tecnologías que nos permiten generar un puente entre el mundo real y el mundo virtual creo que nos van a plantear cada vez más desafíos. La creatividad va a tener que adaptarse a estas herramientas, a estas experiencias más reales y pensar ideas en función de estas”, dice Sarni.

En un marco más conceptual, Lamaison asegura que en un futuro lo que se producirá será “un choque de la creatividad y el data. La creatividad tendrá una clara trazabilidad hacia los resultados”.

En un marco más conceptual, independiente del dispositivo, Cataldo afirma que “hay que generar ideas atractivas, que generen identificación y le den valor a la gente. Las tecnologías evolucionan permanentemente e influyen y modifican la forma en que cada uno de nosotros consumimos esas ideas. Pero no nos tenemos que quedar solo en los recursos tecnológicos, porque eso no construye el diferencial de las marcas”. Así Pasik se refiere a las próximas tecnologías relacionándolas con el mensaje y afirma que las que van a modificar el rumbo de la creatividad “son todas aquellas que generen contenido fresco y viralizante. La gente quiere historias y poder compartirlas”.

Esta misma característica sobre la importancia de lo que se cuenta es lo que lleva a Belochercovsky  a decir que “lo que no cambió y no va a cambiar es la necesidad y el deseo de la gente de que les cuenten historias. Historias inspiradoras, emotivas, divertidas que llegue a las emociones”. En este sentido Polaccia enumera que “tecnología digital sumada a creatividad conceptual sumada a producción de contenidos resulta una fórmula ganadora. Esos contenidos deben llegar con sentimiento. La mejor tecnología es la sensibilidad”.

Si bien no está claro todavía el lugar exacto por el cual llegaran los avances tecnológicos, hay algo que los entrevistados conocen y es que se está frente a cambios permanentes que demandan atención y preparación. “El mix de tecnologías combinadas en el futuro no tiene fin y su evolución hay que entenderla para sacarle el mayor provecho, ahí está el desafío”, comenta Rivero y Hornos.


En esta reconversión del negocio, donde pareciera que varios factores confluyen generando nuevos escenarios cada día y la preocupación por el talento ocupa cada vez más la cabeza de los ejecutivos pareciera que hay algo que se mantiene invariable, el cambio. En este recorrido tanto las agencias como los anunciantes buscan en conjunto un nuevo equilibrio para poder seguir cautivando a las audiencias.

Publicado en Especial Agencias y Anunciantes - Editorial Dossier 2016