La influencia de un
personaje público puede potenciar una campaña. Pero no solamente importa la
cantidad de seguidores, sino que otras variables se ponen en juego al momento
de seleccionar al personaje. Un producto, un servicio y hasta la comunicación
corporativa pueden obtener beneficios si se elige al influencer correcto.
Contar con una cara reconocida para la
promoción de un producto o servicio es un recurso el cual la publicidad ha
utilizado desde casi sus inicios. Un influencer o persona con influencia puede
ser desde un conductor de televisión, un formador de opinión, un actor o
actriz, entre otros. Con el surgimiento de las redes sociales, la tendencia es
identificar al influencer con aquellos personajes que tienen una gran cantidad
de seguidores. Sin embargo, la realidad muestra que no se agota en esta
característica, sino que hay múltiples variables que se deben considerar antes
de su contratación.
Por supuesto la primera es el presupuesto. Un
punto no menor es saber planificar cuánto se va a disponer para contar con
determinada persona. Para esto se debe tener en cuenta que al momento de contratar
a un influencer se está generando una relación de largo plazo y es en ese
camino que recorre junto con la marca donde las posibilidades de éxito se
acrecientan. Este rasgo de relación toma más relevancia si se trata de un
servicio o de comunicación corporativa, en donde la identificación y
movilización de la audiencia es más lenta. “Hoy vivimos la era del content
marketing, del brand journalism y las marcas tienen la oportunidad de ser sus
propios medios de comunicación con su público, audiencia, interlocutores”, dice
Carlos Mazalan; Presidente de Mazalan Comunicaciones, y agrega “recurrir a
influenciadores es un recurso que a una marca le permite llegar al público de
estos y se potencia claramente. El influenciador es el medio”.
Buscando al candidato
Para la selección del influencer correcto no
solamente alcanza con un buen book o una cantidad considerable de seguidores,
por el contrario los especialistas señalan diferentes variables en donde se
relacionan tres pilares fundamentales: la marca; la audiencia a la cual se
desea llegar y la persona a seleccionar. En este sentido, Gustavo Averbuj;
Regional Director Latin America y CEO de Ketchum Argentina, señala que es
importante entender “la identificación con la marca, en el sentido de si es un
posible usuario creíble. Los valores, qué piensa, qué siente, tiene que ver con
el ideario de la marca. Además si podría traer problemas a la marca y también a
quienes sigue y quienes lo siguen en las redes sociales”. Pero como la
competencia no solamente se da por el mercado, Averbuj señala que también es
importante saber qué tan indentificado con otras marcas se encuentra el
influencer.
Desde Mondelez, Luciana Etcheverry; Marketing
Services Manager Cono Sur, dice que “desde hace algunos años venimos trabajando
en un marketing para la gente y con la gente. Esto implica ingresar
naturalmente en la conversación diaria de las personas, nuestros consumidores.
Sabemos que el 90% de la gente confía en la opinión y la experiencia de otras
personas versus un mensaje tradicional de marca”. Por este motivo relata que
“trabajar desde la influencia permite a las marcas en tiempo real y de forma
relevante para la cultura local, ser parte de una conversación que interesa a
las personas”. De esta forma no solamente toman relevancia los seguidores de un
influencer, sino también la audiencia a la cual se desea llegar. “Analizamos el
tipo de comunidad que lo sigue, no solamente la cantidad, sino que sus
seguidores también sean propios del tipo de producto que queremos mostrar para
que el engagement que se genere sea genuino y de real interés”, dice Alicia von
der Wettern; Presidenta de Personally – Inside PR. Desde Personal, Silvana
Cataldo; Gerente de Brand Experience para Personal y Arnet del Grupo Telecom,
asegura que desde la compañía de celulares “siempre hemos acompañado la
evolución de nuestros clientes, siempre desde un vínculo cercano, bajo pilares
que se han mantenido a lo largo del tiempo: la flexibilidad, la conveniencia,
la tecnología y la innovación. El usuario valora esa consistencia y coherencia.
A la hora de accionar a través de la figura de un influencer tenemos en cuenta
esta matriz que nos guía en la selección. Los elegidos deben representar los
valores fundamentales de la marca”.
Así las cosas, en donde comienza a cruzarse la
audiencia target de la marca o servicio, la cantidad de seguidores y el perfil
del influencer, también se debe considerar las conversaciones que se producen
en la red social. Para Darío Laufer; Director General de Be Influencer, “un
influencer es alguien que construye una comunidad sobre un tema, del cual puede
ser experto o un buen curador de contenidos. Por eso lo que importa es el
relacionamiento que genera con su audiencia. Esto se mide a partir de los
usuarios que lo siguen, un porcentaje le responde con acciones como el like,
fav o una respuesta.”
En estas conversaciones que se entablan con los
seguidores, Mariana Jasper; Socia de Alurralde Jasper + Asoc., aclara que es
importante comprender “los temas de conversación que a ese influencer lo
mueven. Especialmente nos interesa entender si la marca que estamos trabajando
está de alguna manera ligada a esos temas. Otro punto es sobre la frecuencia
con que el interés de nuestra categoría aparece en sus contenidos. También si
habla frecuentemente de los temas en los que coincidimos en el interés”.
Atendiendo al tipo de producto o marca, Jasper también menciona que “es
importante que si la marca es muy cuidadosa de las formas y glamorosa, los
influencers que la acompañen también tengan ese estilo y amor por el diseño, la
moda y el mundo del glam. Del mismo modo, si es una marca muy barrial y
popular, se puede asociar más fácilmente a influenciadores que manejan esos
códigos”, finaliza.
También la red social en donde se desarrolla
esta comunidad es importante dado que no es lo mismo Facebook que Twitter o
Instagram. Florencia Vaudagna; Directora de Cuentas de Ver & Comunicar,
dice que además del nivel de interacción hay que evaluar “la red social que nos
conviene linkear con nuestra marca y qué tipo de posteo funciona”.
No es lo mismo
Si la selección del influencer y su comunidad
contiene diferentes variables, también se debe considerar si la campaña a
desarrollar es para un producto, un servicio o bien de imagen corporativa. En
este punto Vaudagna señala que “en el caso de los servicios debemos establecer
estrategias de más largo plazo para generar credibilidad, evitando el one shot
que en el caso de productos puede llegar a funcionar mejor”. Desde Personal,
una empresa eminentemente de servicios, señalan que por su masividad suelen
planificar acciones amplias, cross segmento, dice Cataldo. A lo cual agrega que
“además construimos un foco diferencial de la marca hacia los jóvenes y cuando
nos referimos a este segmento no lo hacemos únicamente en términos etarios,
sino más que nada es una definición actitudinal. Por eso proyectamos acciones
con influencer a los que le gusta y disfrutan de la tecnología y la innovación
como valores de marca destacados que buscamos representar a través de ellos”.
Así Averbuj remarca que “hay influencer más
relacionados con marca y producto que invitan a sus seguidores a usar o comprar
un producto y hay otros relacionados con la credibilidad, la preferencia y el
awareness. También a la hora de analizar los issues, no es lo mismo recomendar
un producto que hablar de una compañía”. En tanto Laufer, lejos de separar entre
producto o servicio, señala que “para que la estrategia funcione la marca debe
contar una historia. De ese modo el influencer tiene una base para dialogar con
su comunidad”.
En lo que respecta a la comunicación
corporativa, Jasper remarca que “no vemos diferencia en el proceso (de
selección del influencer) son las audiencias a las que queremos llegar quizás
las que difieran un poco”.
Beneficios
Para las marcas contar con un influencer les
permite obtener algunas ventajas en comparación con la publicidad tradicional.
Según Fernando Arocena; Director de Social Media de Mazalan Comunicaciones, “el
involucramiento personal en redes de un influenciador que se elija por ejemplo
para ser la imagen de la marca en la publicidad tradicional aporta algo que esa
publicidad ya no puede dar: autenticidad”. Pero también es posible aumentar la
visibilidad y la afinidad del producto con la audiencia. “Funcionamos por recomendación
y el influencer logra esto con mayor impacto. También ayuda en la construcción
de personalidad de marca”, dice Vaudagna.
Así desde Mondelez señalan que contar con un
influenciador para la comunicación les permite “darle un ángulo creativo y nos
ayuda a que la conexión sea más genuina y tenga más sentido para la gente. Con
marcas como Pepitos, Bubbaloo, Oreo, Beldent lo estamos logrando diariamente”,
ejemplifica Etcheverry. Es por este día a día, y la rapidez de la interacción
de las redes sociales, que von der Wettern señala que es posible tener “un timming
rápido de cómo reacciona el público y eso puede ser representativo para
nosotros sobre cuál podría ser el impacto en la campaña y poder cambiar el
rumbo del mensaje”.
Esta posibilidad de cambio pone de relevancia
la producción de contenidos, Laufer aclara que “para que las comunicaciones se
potencien, las marcas deben apostar a contenidos que sean relevantes y que
puedan ser apropiados por influencers y sus comunidades. Así logran generar una
estrategia que funcione en varios planos, no sólo el del discurso de la marca
sino también entre los usuarios”. Cuando esto se produce, la comunicación no se
reduce a una pieza o a un post determinado, sino que los mismos usuarios son
los que viralizan el mensaje de la marca y aumentan su exposición en forma
positiva. Pero también en la generación de contenidos darle participación al
influencer acarrea ventajas para la campaña en general. “Un influencer puede
aportar mucho valor a una marca cuando la relación se enriquece y hay diálogo y
co-creación”, apunta Jasper. A lo cual agrega “En general, los verdaderos influencers
digitales tienen la habilidad de producir contenido en imágenes, texto, video,
con mucha frescura y calidad. Saben el lenguaje de las redes y además tienen la
relación construida con su comunidad.” Por este motivo el tiempo es también
importante dado que genera confianza y allana el mensaje posibilitando la
exposición de la marca. Una campaña planificada en el tiempo, en donde la marca
y el influencer van construyendo el mensaje paso a paso y desarrollando posteos
o contenido acorde a la audiencia seguramente traerá mejores beneficios y mayor
exposición. En definitiva, se trata de construir una relación en la cual todos
ganen. “Debe ser una sociedad que beneficia a las tres partes, al
influenciador, a la marca y a la gente”, resume Mazalan.
Mediciones
Como en toda campaña, frente a la planificación
de una agencia el anunciante desea saber cuáles serán los beneficios que traerá
y si éstos están de acuerdo a la inversión a realizar. Para esto desde las
agencias se trabaja con diferentes indicadores que permiten mostrar los logros
de la campaña en cuestión. Según Arocena “la evaluación del uso de un
influencer se mide a través de los KPI definidos para esa acción o para el
plan”. Es decir que la planificación inicial no solamente va a determinar a qué
influencer considerar, sino también que se va a convertir en el horizonte de
aquello que se quiere alcanzar. Por su parte Jasper detalla que “hay mediciones
cuantitativas que tienen que ver con el alcance -reach-, la cantidad de
conversaciones, el tono (positivo, neutro, negativo) de las conversaciones
generales, el click through, si clickean la propuesta si hay un call to action
en la actividad con el influencer”. Pero las conversaciones no se agotan en las
interacciones con el influencer, sino que por el contrario también se
consideran las que se producen entre los seguidores. “Un posteo se mide por su
alcance y por la interacción que tiene con las personas que siguen al
influenciador. Esto da la posibilidad de analizar rápidamente las primeras
percepciones de las personas que lo siguen en función a lo que se quiere
comunicar”, resume van der Wettern.
Por su naturaleza, las redes sociales también
aportan su propio lenguaje a las mediciones y ayudan a mostrar la efectividad
de una campaña. Vaudagna señala que “se pueden cuantificar cantidad de views,
likes y comments, dependiendo de la red social. Igualmente, considero que este
es un aspecto de mejora, porque los reportings que se pueden hacer de estas
acciones no cuentan con la precisión necesaria”.
En tanto Cataldo analiza la forma en que
Personal considera el retorno con acciones de este tipo. “Se da a partir de
aspectos cualitativos que tienen que ver con la asociación de la marca a una
determinada figura. El resultado de estas acciones, su difusión y visibilidad
ampliada a través de la acción de marca, colaboran directamente con el
crecimiento de las promociones de productos y servicios que realizamos”.
Otra posibilidad de medición, para el caso de
campañas integrales, es el de cruzar datos del online con el offline. “Lo que
hacemos es medir el relacionamiento que genera y tratamos de cruzar los datos
de las actividades en las redes con lo que sucede en el negocio del cliente.
Por ejemplo, hicimos métricas de una campana en TV y le sumamos los datos del
rating para entender de qué manera interactúan los medios. Así se obtienen
resultados muy interesantes que demuestran el poder de la segunda pantalla en
el rating”, relata Laufer.
Global o local
Con el mundo a un clic de distancia, la
posibilidad de contar con una cara de reconocimiento global no es una quimera.
Pero más allá del presupuesto con el que se cuenta, contratar a un personaje
local o global tiene sus ventajas y desventajas. “Los globales limitan
muchísimo el uso de su imagen, pero son nombres icónicos y de alto
reconocimiento. Los locales son más accesibles, pero a la vez generan menos
atracción, están acá a la vuelta”, dice Averbuj.
Por su parte Laufer recomienda un personaje
local por su afinidad con la comunidad. “Las estrellas globales generan
conversación sobre ellos, pero difícilmente con ellos”, puntualiza. Pero si las
conversaciones que entabla y la comunidad con la que dialoga son importantes,
Jasper señala que la estrategia de la marca también es determinante al momento
de considerar una figura foránea o local. “Si la estrategia es global pareciera
que un influencer global es más costo efectivo. Pero uno local tiene más
preponderancia en las conversaciones”. Entonces independientemente de la
nacionalidad, el lenguaje y su origen, Jasper se pregunta “Lionel Messi es
global, pero es también local”.
En este cruce entre lo lejano pero conocido y
la comunidad local, Vaudagna señala que “los influencer globales servirán
cuando el producto o servicio se ofrezca a nivel internacional, y siempre que
podamos acompañarlo de influencers locales con bajadas propias. Esto servirá
para acercar la marca al público target”.
Lejos de salvar la disyuntiva sobre lo local o
lo global, en donde las redes sociales borran las barreras geográficas y
acercan audiencias, contar con un influencer va a permitir exponer a las marcas
desde un lugar diferente al publicitario. Va a permitir que el boca en boca,
ahora digitalizado, se potencie y amplifique. En resumidas cuentas que la
audiencia consuma la publicidad sin sentir que es justamente eso: publicidad.
Publicado en Especial RRPP - Editorial Dossier 2016
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