Incubadoras, aceleradoras, club de ángeles, programas
de formación y hasta grandes empresas colaboran en el desarrollo de los
startups conformando un ecosistema de desarrollo del negocio. Con diferentes
metodologías de trabajo, diversos casos no solamente brindan financiamiento a
los emprendedores sino también un espacio de reflexión y diferentes puntos de
vista para lograr el éxito.
Ideas es, tal
vez, aquello que sobra. Pero no todas son viables o rentables sino que
solamente algunas pueden constituir un aporte y convertirse en un gran
negocio. Para poder encontrar esa idea,
tal como le ocurrió a Mark Zuckerber al crear Facebook por mencionar solamente
un caso, existen metodologías específicas y programas que permiten al
emprendedor convertirse en el CEO de su propia empresa.
Un stratup es
justamente el primer escalón de un derrotero que comienza con la idea y puede
llegar a convertirse en millones. Es decir que una vez que se piensa algo hay
que comenzar a trabajar en ello para intentar conocer el impacto y el
desarrollo que puede tener. Esa es la línea de largada. Para lograr esto
existen diferentes empresas e instituciones que ayudan a los emprendedores,
facilitan el financiamiento y hasta participan del negocio.
Opciones
Dado que incubar
no es lo mismo que acelerar un emprendimiento, existen diversas oportunidades
para comenzar una empresa. Tal es el caso de R/GA que posee tres líneas
diferentes de trabajo. Una se relaciona con el intrapreneurship, o
emprendimiento desde adentro, en donde en conjunto con sus clientes los ayudan
a generar proyectos innovadores. “Tomamos las necesidades de nuestros clientes,
que muchas veces no tienen un brief, y generamos ideas o proyectos”, dice Bruno
Rovagnati, Senior VP y Managing Director de R/GA para Latinoamérica. Durante
este proceso su equipo recibe acompañamiento y finalmente se presentan todas las
ideas a un concurso, “la ganadora tiene premio”, finaliza.
La segunda,
denominada R/GA Acelerator, está abierta a la comunidad de emprendedores y se
trata de una presentación en Nueva York. En este caso se les brinda mentoreo
pero sólo desde el lado del negocio o en la revisión del plan de negocios. “En
este caso se pueden obtener inversiones de entre 100 a 150 mil dólares”, dice
Rovagnatti.
Finalmente en
conjunto con una gran empresa desarrollan el LA Dodgers. “Es un concepto de
aceleradora pero con un partner específico y grande”. Esta experiencia ya la
llevaron a cabo en Berlín para los supermercados Metro y en San Francisco para
una plataforma de ecommerce.
Con especialidad
en finanzas y tecnología, desde NxtpLabs trabajan en la aceleración de
proyectos. “Participar de un acelerador implica acortar los tiempos de prueba
del modelo de negocio”, dice Nora Palladino; Directora de la empresa. “Sumamos
valor al momento de salir al mercado, buscamos un producto viable y que esté
desarrollado. No pedimos un plan de negocios sino un producto”. En este momento
es cuando realizan la conexión entre el emprendedor y los inversores. Pero también poseen un fondo de inversiones
para proyectos de tecnología en etapa temprana. Mediante este programa se pueden
obtener desde 25 a 125 mil dólares. “Todo depende del estadio del proyecto”,
aclara Palladino. Esta financiación le
permite a NxtpLabs poseer entre un 2% a un 10% del capital accionario.
Pero también, de
forma más reciente, identifican necesidades de grandes empresas y les brindan
una solución. “Hay una gran necesidad de las corporaciones por innovar y los
emprendedores no llegan”, dice la Directora. Es así que ellos se encargar de
conectar estos dos segmentos.
Desde Emprear,
una organización sin fines de lucro que funciona desde hace quince años,
también se dedican a la incubación y formación de startups. “Nos focalizamos en
aspectos donde hay debilidad en el sistema como ser la educación y los procesos
de inversión”, dice Eduardo Perversi; Presidente de Emprear. Con la formación
en su haber del Centro de Emprendedores del ITBA, Perversi asegura que el éxito
del programa es “realizar el seguimiento durante tres años, esto excede el plan
de cualquier aceleradora”. Además la organización está inserta en una red
nacional e internacional que le permite, mediante su Campus Emprear, atraer
inversión “ángel”.
Pero también
puede suceder que la idea de un emprendedor sea buscada. En este caso se lo
denomina Company Building, proceso que engloba tanto la incubación como la
aceleración del emprendimiento. “Somos cofundadores, armamos los equipos de
emprendedores. Nuestro eje son las personas y las ideas”, dice Pablo Simon;
Socio y CEO de Quasarv. Esta empresa, fundada en 2012, tiene entre sus
directivos a Andy Freire; fundador de OfficeNet, y Santiago Bilinkis, entre
otros y son los responsables de negocios como Avenida.com. “Nos dedicamos a
todo tipo de emprendimientos basados en tecnología y web. Pero también en
ecommerce, market place software y fintech”, dice Simon.
En este proceso
de fomentar el desarrollo emprendedor también participan diferentes
universidades. Un caso es Incubacen, dependiente de la Facultad de Ciencias
Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). “Nos dedicamos a
emprendimientos con base tecnológica en donde uno de los miembros que participa
debe ser alumno o egresado de nuestra facultad”, explica Ezequiel Litichever; Coordinador
General de Incubacen. Debido al marco en el que se inscribe este programa,
Litichever asegura que “es una apuesta de la facultad donde hay gran producción
de conocimiento, por eso la idea es que parte de ese conocimiento vuelva a la
sociedad”. Es así que ya han ayudado a crear diez nuevas empresas y están
próximos a duplicar esta cantidad, realizaron una inversión de 34 millones de
pesos y generaron doce patentes del sistema nacional desde el 2006, año en que
comenzó a funcionar la incubadora.
Entre las
herramientas que brindan se encuentra el acompañamiento financiero, trabajan en
la protección intelectual, asesoramiento legal y brindan espacios de trabajo.
“Los emprendedores que se acercan tienen un conocimiento técnico muy fuerte.
Son investigadores con experiencia pero no tienen formación en temas de
negocio. Llevar una idea del laboratorio al mercado es todo un desafío”, dice
Litichever. Es así que ellos también se encargan de conectar y relacionar a los
inversores con los emprendedores. “Los emprendedores suelen enamorarse de la
tecnología y los inversores hacen foco en el negocio, hay que ayudarlos para
entender ambos mundos”.
También desde el
IAE poseen diferentes programas, un Centro de Emprendedores y brindan
consultoría a grandes empresas. De esta forma cada año convocan a la
Competencia Naves en donde se presentan diferentes proyectos. Durante la
cursada el emprendedor recibe la asesoría de un mentor, se expone la idea a
especialistas de la industria y se les brinda material teórico. Al final del
recorrido se eligen a los mejores proyectos. “Se trata de un acompañamiento a
emprendedores que este año lo realizamos en cinco provincias gracias al apoyo
del Banco Macro y el Banco Provincia. Esto nos permitió encontrar muchos
lugares de Argentina con un ecosistema emprendedor muy interesante”, dice Juan
Martín Rodríguez; Profesor de la Universidad Austral y Director Ejecutivo del
Programa Naves.
Pero además los
emprendedores que participan de Naves acceden a una red de apoyo formada por
más de cuatrocientas personas en donde se encuentran antiguos alumnos de la
Casa de Estudio, participantes de ediciones anteriores, inversores, entre
otros.
Corporativo
Desde hace un
tiempo algunas organizaciones desarrollaron su programa de aceleración o bien
se asociaron a instituciones o empresas más pequeñas para acompañar a los
emprendedores. El caso emblemático lo constituye Wayra, la aceleradora de
Telefónica que se inscribe dentro de un marco más amplio que abarca otras
acciones de innovación y tecnología. Actualmente, Wayra se encuentra presente
en trece países de los cuales siete pertenecen a América Latina. En este
sentido Karen Mirkin; Business Development Manager de la aceleradora, dice que
de esta forma “se le brinda un tinte global dado que uno de los objetivos es el
desarrollo económico de los proyectos y la internacionalización”. En números,
Wayra ya invirtió en más de 42 empresas en donde se les entrega 50 mil dólares
en efectivo y 70 mil en modelo de aceleración. La participación en el nuevo
proyecto es de entre el 7% y 10%. Cada año realizan tres convocatorias a las
cuales se puede aplicar de forma online.
Coca Cola
también desarrolló un programa destinado a buscar startups exitosos mediante
Coca Cola Founders. Javier Gueudet, cofundador de Tobuy, fue uno de los
seleccionados que en el 2013 vio su idea concretada. “Pasamos por un proceso de
selección de doce semanas y luego comenzamos, junto con Rolando Meyer, el
trabajo. Teníamos acceso a toda la compañía, se trabaja ahí adentro”.
Su aplicación,
que consiste en que el usuario toma una fotografía y posteriormente el software
le indica donde lo puede comprar, ya posee 7.500 descargas. “Ahora estamos
redefiniendo el modelo dado que, si bien el reconocimiento de imágenes funciona
correctamente, nos pasaba que tal vez ese producto fotografiado se había
comprado en el exterior y era muy difícil conseguirlo acá. Así que ahora
proponemos productos que ya fueron curados. Además tenemos convenios con
tiendas y diferentes acciones comerciales”, dice Gueudet.
Si bien no hay
una respuesta unánime frente a la pregunta de qué buscan las grandes empresas
en los emprendedores, los especialistas ponen el foco en la innovación. Para
Rodríguez, que desde el IAE trabajaron en este modelo junto a PepsiCo; Sancor
Seguros y Arcos Dorados, “una de las características es la de posicionarse como
empresas socialmente responsables dentro del ecosistema emprendedor. Otra es
que encuentran proyectos valiosos a bajo costo”. Por su parte Gueudet considera que “los
avances tecnológicos son tan grandes que las corporaciones no llegan a cambiar,
por eso está bueno que haya gente que trae nuevas tecnologías”. Es así que los
proyectos que se presentan a Coca Cola Founders deben estar alineados con la
empresa, posibilitar la venta de más productos, reducir costos de los procesos
y generar un nuevo canal con los consumidores. “Tobuy está enfocado en el corto
plazo en generar un nuevo canal de comunicación y branding mediante los
productos que hacen la construcción de marca. Pero no sólo para el segmento
bebidas sino también para Coca Cola Shoes por ejemplo”, dice el fundador. En el
caso de Wayra esta aceleración de emprendimientos brinda la posibilidad de crear
empresas “como cliente interno o como servicio de distribución”, dice Mirkin.
Es así que Rovagnati de R/GA dice que estos espacios se generan “como modelo de
negocio. La aceleradora tiene un presupuesto y suelen encontrar talento que
luego ingresa a la organización”.
En cuanto a la
innovación, el punto donde casi todos los especialistas consultados coinciden,
Rovagnati advierte que “muchas empresas necesitan sentirse o decir que son
innovadoras y creen que lo pueden ser trayendo un stratup. Pero esto
simplemente puede ser una movida de prensa dado que si no se cambia la
mentalidad se fracasa”.
Metodologías
Está claro que
para saber si un proyecto se va a convertir en un gran negocio no existe una
fórmula mágica, pero sí hay metodologías o herramientas que ayudan a proyectar
el futuro. Es así que en los últimos años se popularizó el Lean Starup
Bussiness y el Canvas. Con diferentes orígenes hoy ambas herramientas se
utilizan fusionadas y se aplican a los starups.
La metodología
Lean, creada por Eric Ries, busca testear rápidamente si un producto o servicio
será viable. Es decir que antes de comenzar en el desarrollo del producto y del
marketing, tal como lo indican los planes de negocios tradicionales, en
realidad lo que se hace es testear si esa idea puede llegar a funcionar.
“Permite obtener feedback y volver a la idea para mejorarla”, dice Simón. Por
su parte Gueudet dice que “Lean se basa en construir, medir y aprender. No
hagas algo grande y que probablemente no sirva. Se hace el mínimo producto
viable, se mide como funciona, se aprende y se vuelve a construir”. De esta
forma se trata de un modelo en continuo movimiento en donde cada iteración
permite ir redefiniendo el producto o servicio.
En tanto el
modelo Canvas (lienzo) propone la generación de nueve escenarios que deben ser
considerados al momento de lanzar un negocio. Básicamente lo que se propone,
mediante un gráfico, es dividir dos grandes sectores; la empresa y el mercado.
Es así que en el primer segmento se visualizan los procesos, los activos y el
entorno. En tanto en el segundo se encuentran variables como los consumidores,
los canales de distribución, entre otros.
Si bien estas
metodologías no son exclusivas para los starups, dado que pueden utilizarse para
la construcción de planes de negocios de empresas ya constituidas, para
favorecer su utilización se han fusionado permitiendo a los emprendimientos
contar con una metodología que se ajusta a su realidad. Surge así la metodología
Lean Canvas creada por Ash Maurya.
Maurya define
los nueve campos vitales que forman el Lean Canvas: segmento de clientes,
problema, propuesta de valor, solución, canales, flujo de ingresos, estructura
de costo, métricas clave, ventaja especial. Cada uno de estos campos se ubica
en la empresa o en el mercado, con excepción de la propuesta de valor que forma
parte de los dos.
Esta
enumeración, lejos de ser aleatoria, en realidad marca la forma en que se debe
proceder; como si se tratara de escalones por subir que deben completarse con
la información necesaria. En primer lugar se debe identificar el segmento de
clientes, es decir aquellas personas a las cuales se les va a brindar el
producto en cuestión. Luego hay que indagar en el problema de esos posibles clientes para abordar una
solución. Es así que surge la propuesta de valor, es decir de qué forma se va a
ayudar a los clientes a solucionar su problema. El paso cuatro se refiere a las
características del producto que aportan una solución.
Una vez obtenida
toda esta información se comienza a trabajar en la forma en que se va a hacer
llegar el producto a los clientes, es el momento de considerar la información
para los canales. Como sexto cuadrado del lienzo se debe pensar cómo se va a
producir la ganancia con el emprendimiento y también la estructura de costos
del producto o servicio. También se deben definir las métricas a tener en
cuenta, es decir aquellos valores que marcan la marcha del negocio. Finalmente
se trabaja en la ventaja diferencial, aquello que tiene el producto por lo cual
los clientes regresan o bien solicitan nuevos productos. Este último punto es
probable que en un principio no contenga demasiada información, pero con el
tiempo debe ser rellenado dado que marcaría los pasos futuros de la empresa y
posibilidades de nuevos crecimientos.
Entre las
ventajas que aporta la metodología Lean Canvas, Rodríguez señala que “es una
forma ilustrativa y gráfica de enseñar un modelo de negocios. Simplifica algo
que es muy complejo. Por su parte
Litichever, que desde Incubacen adoptaron esta metodología en el 2011
convirtiéndose en pioneros en la Argentina, dice que “es una forma sencilla de
entender como entregar o capturar valor, permite comprender cómo funcionan las
variables de un modelo de negocios, otorga una mirada rápida. Además crea un
lenguaje común de negocios para poder discutir con otros y permite identificar
los puntos fuertes y débiles de un proyecto”.
Otra de las
características, que le brinda al Lean Canvas un fuerte posicionamiento, es que
“permite realizar pruebas con usuarios y las métricas borran la subjetividad”,
dice Palladino. Finalmente, y desde la
experiencia por su propio proyecto, Gueudet asegura que les ayudó para “bajar
mucha información resumida al papel. Son nueve boxes de cosas básicas del
proyecto, es como un rompecabezas. Es el plan de negocios de hoy”.
Pero al mismo
tiempo que señalan sus ventajas, también los especialistas consultados marcan
algunas desventajas. Según Rodríguez “no confirma que hay una oportunidad de
negocio. Está un poco sobrevaluado y el emprendedor cree que con eso ya está
todo hecho”. En tanto Litichever asegura
que “es una metodología, pero no lo único. Se puede tener el mejor modelo de
negocios en el pizarrón pero después hay que implementarlo”. Otra desventaja
que señalan desde NxtpLabs es que “es muy intenso, lleva muchas horas de
capacitación y saca tiempo y foco del emprendimiento”. Por su parte Perversi, que si bien lo rescata
como “una técnica interesante que permite modelizar el emprendimiento”,
advierte que “todos los días aparece algo nuevo, pero una cosa es el GPS y otra
la hoja de ruta que va marcando el mediano plazo”.
Desde enfoques
diferentes, con acompañamiento financiero y consultoría, el ecosistema
emprendedor busca aportar diferentes soluciones que se esconden detrás de una
idea, o mejor dicho de La Idea.
Publicado en Anuario Dossier 2015
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