miércoles, 28 de octubre de 2015

“No se trata de lo que hacemos con el excedente sino como hacemos la plata que ganamos”


La directora ejecutiva del organismo internacional para América latina da su visión sobre el estado, los desafíos y el futuro de la responsabilidad social en la región



Andrea Pradilla es la directora ejecutiva del Global Reporting Initiative, más conocido como GRI (por sus siglas en inglés). La sede de  Colombia es la encargada de trabajar en toda América latina, y desde allí acompañar a las empresas; ONG y gobiernos en la aplicación de estándares para medir e implementar las acciones de RSE.

¿Cuál es la misión de GRI en América latina?
En junio de este año presentamos nuestra misión encaminada a empoderar la toma de decisiones sostenibles a través de estándares y de nuestro principio multiactor. La primera prioridad es posibilitar la política pública, GRI es referido por cerca de 30 gobiernos. La segunda es tener cada vez más y mejores reportes. Tenemos cerca de 7000 organizaciones reportando, queremos que sean 30000 y sin duda que la calidad de estos reportes mejore constantemente. Un tercer elemento se llama “más allá del reporte” y está encaminado a no quedarse en el número del documento, sino que se use esa información en tiempo real para tomar mejores decisiones.

¿Qué avances han tenido en el trabajo con los gobiernos en la región y en Argentina?
Argentina es el segundo reportante en cantidades, después de Colombia. Lanzamos una herramienta que monitorea todos los esfuerzos de política pública en tiempo real y permite ver los avances relacionados con la meta 12.6. Ésta dice que las empresas deberían estar entregando información no financiera en forma consistente. De esta forma se puede ver cómo está Argentina.

¿Qué política pública es la más innovadora o de mayor impacto en la región?
Existen fondos de pensiones que utilizan criterios financieros y no financieros para definir en qué empresas se invierte. Concesiones de infraestructura donde se miden los impactos sociales y ambientales, también usando nuestra metodología. Chile en forma reciente ha hecho el reporte no financiero obligatorio para algunos tipos de empresas. Vamos a ver qué impacto tiene.

¿Cuál consideran que es la prioridad que deberían trabajar las empresas de América latina?
Hay que dejar de pensar en una política de RSE y empezar a pensarla como parte de la estrategia de cada organización y es hacerse cargo de los impactos sociales, ambientales, económicos y de gobierno corporativo como algo integral y no como algo de lo que se aproxima desde el excedente. La directriz G4 dice que se debe hacer un análisis de materialidad, donde se analiza a los diferentes puntos de interés y los impactos para ver qué es lo más importante en cada contexto.  No puede haber empresas exitosas en sociedades fracasadas y lo que se tiene que estar mirando es en donde se está desarrollando la operación y cuáles son los impactos. No se pueda definir una estrategia global que se aplica desde el centro hacia abajo sino que siempre tiene que estar complementada con el contexto. En Latinoamerica los derechos humanos, los temas de cambio climático y los temas de anticorrupción son bastante prevalentes en los análisis de materialidad.

¿Las acciones deben estar alineadas al core del negocio?
No se trata de lo que hacemos con el excedente o el dinero que sobra sino como hacemos la plata que ganamos. Hay una empresa que no dijo la verdad en sus reportes de sostenibilidad y va a ser sancionada por las autoridades ambientales. Además el precio de la acción de un día para otro cayó dramáticamente. Estamos hablando de cómo se genera valor como organización, es el core del negocio.

¿Cómo llega Volkswagen a realizar estas acciones?
A título personal creo que fue por las presiones del éxito en el trimestre. Lo que me alegra de esta situación y lo que hemos analizado es que el mercado lo castigó, respondió inmediatamente.

¿Cómo ven la tendencia de unificar los reportes de sustentabilidad y los estados financieros?
Integrar no es necesariamente pegar, eso es combinar. La integración se da cuando uno tiene en cuenta aspectos sociales, ambientales y de gobierno corporativo en la toma de cada decisión. Pero veo más un deseo de pegarnos a lo que esté en tendencia. Desde GRI somos muy activos al reporte integrado, tenemos nuestro propio grupo de liderazgo a nivel mundial en este tema.

¿Qué diferencias encuentran en las acciones de RSE en los diferentes países de la región?
Los reportes de alguna manera reflejan aspectos culturales y eso es interesante. Uno puede ver empresas que operan en más de un país y que tienen un enfoque corporativo pero el sabor local. En la región hispana nos preocupa mucho vernos bien en los reportes. Cuando se lo como una herramienta comunicativa no van a estar los problemas que surgieron. Nos gusta salir bonitos en las fotos. También hay que saber contar lo malo. En términos de región vemos sensibilidad por la parte social y cada vez más conciencia hacia lo ambiental. Existen retos para la parte de gobierno corporativo, cuesta contar cómo se toman decisiones, quien integra y como se le paga al directorio.

Las empresas participan activamente en la definición de las guías de GRI?
Una de las cosas que le decimos a las empresas es que estén tranquilos porque la Guía es producto de un acuerdo de muchas partes. Participan consultores, empresas, ONGs, sindicatos, académicos, inversores, gobiernos. El último proceso de aprobación de la Guía demandó dos años y medio. En la parte final del documento se da hasta los nombres de las personas que participaron.  Aparte hay un proceso de comentarios públicos, en el caso de la G4 se recibieron 2500 opiniones y se contestaron todas.

El origen
GRI surgió en Boston, Estados Unidos, en 1997. Esta organización sin fines de lucro fue fundada por la Coalición para Economías Ambientalmente Responsables (CERES) y el Instituto Tellus, convirtiéndose en una organización pionera en la realización de Reportes de Sustentabilidad. Sus estándares son utilizados por más del 93% de las 250 empresas más grandes del mundo.

Entre sus líneas de trabajo se encuentran el gobierno corporativo, los derechos humanos, medio ambiente, educación, entre otros. La última actualización de sus estándares, Guía GRI G4, es utilizada por empresas como Sancor Seguros, Natura Argentina y Banco Galicia, entre otros.
 
Publicada en el Suplemento Desarrollo Sustentable - Diario Perfil

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