martes, 27 de mayo de 2008

Tiempo inestable

El conflicto agropecuario y la inflación son los factores que más inhiben a los directivos de empresas para realizar inversiones y aumentar su dotación
El índice de empleo tuvo un crecimiento sostenido durante los últimos años. Se ha generado una gran demanda en el mercado laboral en puestos relacionados con áreas técnicas. Son datos innegables sobre los cuales nadie emite una opinión en contrario.
Sin embargo, las condiciones macroeconómicas del país cambiaron. El escenario no es el mismo desde hace unos meses. Factores como la suba de las tasas de interés, inflación con cifras dispares entre el Gobierno y consultoras privadas, paro agropecuario, problemas energéticos, cierre de exportaciones y la caída en la venta de maquinaria agrícola, entre otros, influyen en la toma de decisiones de los directivos de empresas a la hora de aumentar su personal.
Las dos situaciones son paradójicas, por un lado, crecimiento; por otro, problemas macro que paralizan muchas de las transacciones económicas.
Al tiempo de evaluar qué pasa en el empleo, hay que tener en cuenta que un proceso de selección lleva su tiempo; encontrar al candidato justo no es sencillo.
Entonces, la inercia respecto de búsquedas anteriores a marzo sigue su camino, pero, al mismo tiempo la incertidumbre se acrecienta y futuras búsquedas se quedan en el camino.Una de las causas principales es el problema entre el Gobierno y el campo, que ya lleva 76 días.
En tanto, el mercado laboral presenta datos que reflejan este fenómeno de "desensillar hasta que aclare" y de "continuemos con lo que está en marcha".
Durante marzo de este año, Vistage, una organización que ofrece desarrollo y capacitación permanente para gerentes generales, realizó una encuesta entre sus 200 asociados, directivos de pymes.
De este estudio surge que el 39% de los consultados estimaba un aumento en su dotación de personal para 2008. Porcentaje notablemente inferior al 56% registrado en este punto durante el último trimestre de 2007.
Para Alejo Cantón, presidente de Vistage, "la mayor incertidumbre macroeconómica hace que las empresas estén dispuestas a invertir menos y a tomar menos gente". Esgrimen como causas, por orden de importancia, la inflación, luego la crisis energética y en último lugar la falta de una política clara en materia impositiva y fiscal.
En concordancia con estos datos, Ana Navarro, profesora del Departamento de Economía de la Universidad Austral de Rosario agrega: "Si bien la inflación es absolutamente manejable, ha empezado a ser un problema en la toma de decisiones".
Por otra parte, un estudio muestra que los procesos de selección que estaban en marcha, siguen su curso.
El Centro de Investigación en Finanzas, de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella, elabora el índice de demanda laboral (IDL). Este índice mide la actividad del mercado de trabajo y las condiciones económicas en general por medio de los avisos de búsqueda de empleo publicados en los principales diarios del país. Durante abril, el IDL presentó una recuperación del 2,25% en la búsqueda de personal. Esto representa el 6,92% más que en el mismo mes de 2007. Estas mediciones en las diferentes regiones del país muestran, por ejemplo, que en Mendoza, con respecto a las búsquedas, hubo un aumento del 2,33% y la región noroeste presenta un aumento del 1,12%. En tanto en Rosario y la región sur descendieron el 1,43% y 1,54%, respectivamente. Para Navarro, en Rosario "se ha notado a esta altura el efecto de esta discusión sin cerrar, de esta incertidumbre del campo en varios aspectos". Algunos de ellos son el recorte de horas extras y la caída en el consumo tanto en los comercios como en los shoppings, aseguró la especialista.
Si bien el IDL presenta datos que son auspiciosos para gran parte del país, pero que vienen de esta inercia anterior a la crisis, la incertidumbre se vuelve a hacer presente al nivel de las grandes empresas.
Deloitte realiza el Barómetro de Empresas donde se consulta a altos directivos de grandes empresas sobre el tema de los aumentos de dotación en su compañía. El 77,6% de los directivos afirmó no tener previstas incorporaciones en los próximos tres meses. En el mismo estudio del último cuatrimestre de 2007, el 70,6% se ubicaba en esta categoría.
Pero al considerar un período más extenso, el 63,2% no tiene planificado un aumento de su dotación en un año. Mientras que en el mismo período, pero de 2007, el 58,8% consideraba que no haría incorporaciones. Estos siete puntos de diferencia en el corto plazo pueden tener una explicación en las expectativas de los ejecutivos con respecto a los problemas antes mencionados. Para Carlos Figueroa, director comercial de la consultora Sesa Select, "sensaciones son lo que más se esta notando. Hasta acá nosotros no hemos tenido una merma de la demanda. Sí se ha frenado un poco lo que eran proyectos por desarrollar que implicaban un crecimiento". Esto se da principalmente en el norte de Buenos Aires, sur de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos.
En tanto en las provincias relacionadas con la cosecha de cítricos existe una demanda laboral atribuida, principalmente, a la estacionalidad de este tipo de productos. Pero la región más sensible a estas decisiones es el sur de Santa Fe, donde la influencia que tienen los frigoríficos sobre la economía es notoria.
Varias de las empresas consultadas sobre este tema no se han expedido sobre sus planes de incorporación. Las que sí lo han hecho, como es el caso de Microsoft o Ford Argentina, aseguraron que no se han visto afectadas por la situación actual. Por el contrario han continuado con sus planes de expansión previstos.
Para Cecilia Siffredi, vocera de Microsoft, "el mercado no ha sufrido modificaciones en comparación con el mismo período de 2007. El sector IT se encuentra en una etapa de gran crecimiento y, por lo tanto, los profesionales de tecnología informática tienen una alta demanda laboral".
Por su parte, Verónica James, directora de Recursos Humanos de Ford Argentina, dijo: "El mercado de empleos en la industria automotriz en general se ve sólido debido al crecimiento que está experimentando el sector, tanto en las empresas terminales como en las autopartistas".
A futuro
Para Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, "un acuerdo gobierno-agro podrá revertir parcialmente esta situación, pero igualmente queda un costo de desconfianza que no será fácil superar para esta administración". A lo que agregó que esta falta de confianza puede generar una caída en la generación de nuevos puestos de trabajo y reduciría el crecimiento económico.
Según el especialista, el sector que tendrá un menor impacto es el de los empleos públicos, "el 52% de aumento del gasto registrado en abril muestra que no cesa de crecer el aumento de trabajadores". El que más sufrirá el impacto de la crisis "es el de los trabajadores informales, que en promedio ganan la mitad de los formales y son el 38% en los centros urbanos y más del 40% en la media nacional".
Por su parte, Figueroa aseguró: "Si esto sigue (en alusión al conflicto con el agro) obviamente va a mermar la demanda. Si se soluciona va a repuntar con crecimiento. Son dos escenarios extremos".
Para Navarro se va a producir la recuperación de algunas actividades que han sufrido una desaceleración. Pero seguramente haya algunos planes de inversión que no se realicen. "No es que de inmediato vamos a volver con el mismo ritmo de crecimiento y expansión que veníamos teniendo."
La solución del problema con el campo ayudaría a compensar esta postergación en las inversiones. "Si el precio de la soja, por ejemplo, vuelve a tener un recorrido como el que tuvo hasta marzo de este año, entonces el incremento de ingresos en el sector agropecuario compensaría con creces las inversiones que no se realicen", dijo Navarro. La situación no es sencilla.
Si bien la inercia del mercado hace que no suba la tasa de desempleo, los empresarios prefieren no arriesgar sus inversiones en nuevos proyectos que impliquen incremento de personal hasta que el panorama no esté claro.

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