lunes, 2 de junio de 2008

"La humildad sirve para cambiar"

Clarisa Estol, presidenta del Banco Hipotecario, detalla cómo convive en un mercado de tradición masculina






Pasadas las 15, el paisaje en la City porteña es más que conocido: calles semivacías con gente a paso lento. Esta es la hora indicada para entrevistar a la presidenta del Banco Hipotecario.


La casa matriz ocupa el edificio que proyectó Clorindo Testa y fue un icono arquitectónico de su época. Después de recorrer los pasillos de cemento armado, la sala de reuniones guarda otras curiosidades: una imponente mesa redonda, de madera tallada, que perteneció a la fundación Eva Perón y una vitrina con cédulas hipotecarias emitidas por el Banco en 1909.


El Banco Hipotecario fue creado por orden del Congreso Nacional, en 1886, y hasta el momento ha asistido a un millón y medio de familias. En la actualidad trabajan 2000 personas.


Desde 2003 es presidido por Clarisa Estol. Algo bastante atípico, si se tiene en cuenta que en el país son contados los casos de mujeres que ocuparon altos cargos en el sector. Hasta ese momento, el Banco Hipotecario había tenido sólo a una mujer al frente. Tres fueron los casos en el Banco Nación y una en la cartera de Economía. Además Estol se perfila como la tercera persona con mayor tiempo de permanencia al frente de esa institución.


-Siendo mujer, ¿sintió dificultades para llegar a esta posición?


-No, lo siento cuando me preguntan, ahí me acuerdo. El presidente del consejo de una universidad me invitó a ser miembro y cuando llegué eran todos hombres, y me dijo: "Que rara te debes sentir vos acá", y le dije: "Yo no, difícil debe ser para ustedes que yo sea mujer". Y me dijo: "Sí, tenés razón. Es más, habíamos preparado este almuerzo de bienvenida para vos y el lugar que habíamos pensado estaba cerrado para mujeres. Imaginate el papelón que íbamos a hacer si no te dejaban entrar".


-El sector bancario tiene una tradición masculina.


-Sí, por eso es más difícil para los otros. Es como el chiste del conductor que va por Libertador de contramano y escucha en la radio: Atención, tenga cuidado que por Libertador hay un loco que va de contramano. Dice: ¿Uno? ¡Son miles! No se da cuenta que era él. Acá es lo mismo, son los demás que me ven a mí, yo estoy acostumbrada a ver todos hombres.


-El sorprenderse, ¿puede ser la causa por la cual la mujer no ocupa altos cargos en la mayoría de las empresas?


-Creo que es fundamental organizarse, no tener miedo y tener sentido del humor. Cuando sos el primero, o son pocos, hay que saber reírse. Yo estoy en la comisión directiva de ADEBA, donde soy la única mujer. Siempre hacemos chistes sobre esto, nos hemos ido acostumbrando con el tiempo, pero supongo que para ellos también fue difícil la interacción.


-¿Cuánto la ayudó ser responsable de Recursos Humanos para desempeñar sus tareas actuales? -Fue el momento en que el Banco se privatizó. Fue un trabajo difícil. Hicimos una reingeniería y hubo un cambio cultural. Uno siempre trata con Recursos Humanos, esté en el área en que esté. Lo que muchas veces ayuda es poder desarrollar un cierto sentido común. En 1999, era vicepresidenta y tenía a cargo diferentes áreas. Luego, el directorio me eligió presidenta. Una de las primeras acciones en el puesto fue entrevistarme con todas las personas del Banco.


-¿Se entrevistó con todos los empleados?


-Sí. El año 2003 era un momento difícil para el sector bancario. También fui a las sucursales para entrevistarme con la gente. Fue muy interesante, porque me permitió ver la visión de gente de distinto nivel, diferentes áreas, aquellos que tenían poco tiempo en la empresa y otros con más de treinta años en el Banco.


-¿Salieron líneas de acción a partir de estas entrevistas?


-Estas cosas están tan interrelacionadas que no sabría decir cómo se originan. Me acuerdo el caso de una persona que cuando la entrevistaba actuaba raro. En un momento de la entrevista se acomodó un poco más y me dijo que en realidad no estaba bien en el lugar donde estaba: "Yo creo que puedo dar más, no estoy siendo aprovechado". Le pregunté qué le gustaría hacer y al tiempo se incorporó al área de finanzas. Estaba feliz, le cambió la vida. Me parece que fue muy enriquecedor en muchos sentidos. Siempre pienso que si tuviera tiempo lo repetiría.


-¿Qué competencias se necesitan para trabajar en el Banco?


-Hay que tener mucha apertura mental y predisposición para el trabajo en equipo y el cambio. Es un país muy cambiante, un banco muy cambiante. Lo más difícil es mover toda esta estructura. No es como el volante del auto. También tener un pensamiento lateral y mucha humildad. La humildad sirve para cambiar, para decir no sé.


-El año pasado fueron calificados como los mayores tomadores de empleo. Durante ese proceso, ¿encontraron alguna carencia en Recursos Humanos?


-No, hay muy buena calidad. Es difícil encontrar la gente. No por una cuestión de capacidad, sino por una sobredemanda. Nosotros empezamos a transformarnos de un banco puramente hipotecario a un banco comercial en un momento en el que no había tanta demanda de gente.


-Frente a esta sobredemanda, ¿cómo se hace la retención?


-Esto va cambiando según la época. Los cambios ahora no son de generación en generación, son casi de días. Uno se tiene que acostumbrar y adaptarse a los nuevos requerimientos. Creo que lo importante es que sea un trabajo desafiante y permita el crecimiento.


-¿Cuáles son los desafíos hoy?


-Consolidar la refocalización del banco y lograr que todo el sistema se potencie, se dinamice el mercado hipotecario. Tenemos un país con una participación del crédito hipotecario, respecto del producto bruto, muy baja y a la vez una deficiencia habitacional muy grande. Entonces, por todos lados que uno lo mire esto puede crecer exponencialmente. La forma y el desafío es cómo se desarrolla ese mercado hipotecario. Parecería que es un objetivo del país y no del banco. El Banco tiene un rol fundamental, porque tiene 120 años de experiencia. Fue el motor principal del préstamo hipotecario en la Argentina. Entonces, si no lo hacemos nosotros, obviamente en conjunción con otros actores, no lo puede hacer nadie.




Hoja de vida


CLARISA ESTOL nació en Buenos Aires. Es licenciada en economía, egresada de la Universidad de Buenos Aires. Además realizó un master of Science in Management en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), con orientación en Economía Aplicada, Planificación Estratégica y Finanzas. Se desempeñó como docente en el MIT y en la UB. Es directora de Cresud, Dolphin Fund Plc y Cactus Argentina, vicepresidenta 4º en ABAPPRA, vicepresidenta 2º en ADEBA y directora en IDEA y Pro Mujer. Esta casada con Conrado y tienen cuatro hijos. Le gusta jugar al tenis, el cine y la lectura.




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