miércoles, 26 de octubre de 2011

"Hoy se habla de no indexar salarios a la inflación sino a la productividad"

Entrevista con Francisco Loscos
El profesor de recursos humanos de la escuela española Esade predice un nuevo paradigma laboral

Francisco Loscos es profesor del Departamento de Dirección de Recursos Humanos de Esade Business School de España, se considera un enamorado del mundo y confiesa que ha viajado por varias ciudades. Asegura que es necesario un nuevo modelo de relaciones laborales al tiempo que analiza cómo impacta la crisis en la sociedad europea y cuál es el nuevo rol que debe asumir el Estado en el mundo empresario.

-¿Qué propone como nuevo modelo de relaciones laborales?

-Históricamente los modelos han estado basados en lo que sería la gestión del conflicto. Se sustentaban en que el sindicato era un contrapoder existente, que molesta y que además está en permanente situación de conflicto. Es una visión que tiene su arraigo en las grandes esencias del marxismo. Con los años empieza a plantearse que el objetivo es el consenso, que haya paz social.

-¿Cuál es el objetivo de un nuevo modelo?

-Está basado en que las relaciones laborales posibiliten la gestión de un proyecto común, de valores comunes y de ir todos en la misma dirección. No nos podemos atascar en un conflicto. El mundo evoluciona. Lo que no puede ser es que los convenios sean de 1975 y no se puedan tocar. Vivimos en un mundo sujeto a una velocidad de cambios brutal. Por lo tanto, a las empresas no les queda más remedio que ser flexibles. Una empresa que no se adapta al entorno muere.

-¿Cómo se traduce esto a la gente?

-Hay que preguntarse por qué hay empresas que lo logran. Lo logran aquellas que fundamentalmente invierten en dos cuestiones: liderazgo y comunicación interna. Una empresa tiene que convertirse en maestra del arte de comunicar. Si explicaran bien que es realmente necesaria una disminución salarial y se tuviera confianza en el modelo, posiblemente se aceptaría la reducción. El problema es cuando las cosas no se explican. Cuando uno tiene la sensación de que lo que está escrito en un convenio no se puede tocar y me niego a cambiarlo, la otra parte termina acudiendo al Estado y pide solución.

-¿Qué sucede en Europa con este nuevo rol del Estado?

-Lo que se está haciendo es poner un poco de dinero en determinadas empresas para salvarlas, pero sin poner en riesgo el Estado de bienestar. El Estado de bienestar se puede poner en riesgo cuando se tiene un 25% de desocupados, porque hay un 25% menos de gente que no sólo no aporta, sino que además extrae de la caja. El riesgo del Estado de bienestar en un país es que no haya productividad y que haya alto desempleo.

-¿Cómo es la situación de España?

-Complicadísima, con un desempleo por encima del 20%, pero con la esperanza de que sea una cuestión coyuntural. Las políticas estatales tienen que ayudar al empleo y a que las empresas no se ahoguen.

-¿Cómo cree que se incorporarán los jóvenes al empleo?

- Se va a tener que reconfigurar un modelo. Hay que hacer una reforma laboral y si las partes no se ponen de acuerdo, el Estado debe ser el que lo impulse.

-Esto tiene un costo político.

-Cada partido tiene su ideología, lo importante es que la economía no debería tener color. Todos tenemos que ir a lo mismo, que es la máxima productividad de un país, el máximo empleo y el mínimo desempleo. En España hace años que se anuncia una reforma laboral que no acaba de llegar nunca.

-¿Cómo se deben manejar las empresas en este modelo que usted propone frente a una negociación salarial?

-Una empresa debe pagar lo que cree que debe pagar y a partir de ahí no debe ceder a ninguna presión que incremente los gastos.

-¿Esta posición no generaría un conflicto?

-Hay dos posiciones: la del empresario, que sabe lo que puede llegar a pagar, y el sindicato, que tiene que lograr que la gente cobre lo que cree que es digno por su trabajo. Los dos deberían trabajar con informaciones similares y con argumentaciones similares. Cuando se dice que no se puede pagar más, se debe explicar y razonar. Los dos deben estar con la proa en el negocio, no con el interés particular de cada uno. El futuro de los modelos de compensación pasa por el variable. Los incrementos hipergenerosos en el fijo yo creo que tocan a su fin. Hoy se habla de no indexar los salarios a la inflación, sino a la productividad.

-¿Esta es una tendencia en Europa?

-Exacto. Si todos ganamos un poquito menos, todos podemos tener más trabajo. Por eso el ajuste debe venir por la vía de la productividad. El problema es la desconfianza.

-¿Cómo se mide la productividad?

-Se pueden tomar diferentes mediciones como las ventas, el cash flow [flujo de fondos]. Pero hay que establecer objetivos y explicar claramente. No se pueden modificar luego diciendo que se realizaron amortizaciones anticipadas o inversiones no esperadas y por ende no se ganó tanto como se esperaba.

FRANCISCO LOSCOS

  • Profesión: profesor de Esade
  • Edad: 48 años

  • Origen: España

  • Nació y vive en Barcelona. Es licenciado en Derecho de la Universitat Central de Barcelona, tiene un máster en Dirección y Administración. Fue director del área de consultoría de capital humano de Deloitte.
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