En primera persona
"No crean lo que digo, vean lo que hago"
Ernesto San Gil, socio gerente de Ernst & Young en la Argentina, hace hincapié en el buen clima laboral
Domingo 8 de julio de 2007 Publicado en la Edición impresa
Ernesto San Gil, informal y correcto, de hablar pausado, pero seguro, ingresó a Ernst & Young cuando terminó su carrera de contador. De los 35 años de su vida laboral, 27 transcurrieron en esta compañía y el resto en el sector bancario. Tal vez por los desafíos superados y los logros obtenidos, en varias partes de la entrevista remarca el orgullo que siente de pertenecer a la empresa y tener cuatro países a su cargo. Comenzó como analista para realizar auditorías bancarias. Luego estuvo en el área de reingeniería de procesos, estrategias y desarrollo de planes de negocios, entre otros. En 1992 fue promovido a socio. "Me tocó ir a trabajar a Chile, Perú, España, Brasil, México, Estados Unidos. Con lo cual fue una carrera muy linda, muy desafiante, que la verdad disfruté muchísimo y sigo disfrutando", dice, en la sede local de la empresa. Ernst & Young brinda servicios profesionales de auditoría y asesoramiento en negocios, soluciones integrales en materia impositiva y cuenta con un centro de desarrollo gerencial. La región a cargo de San Gil, que incluye Uruguay, Paraguay, Bolivia y la Argentina, agrupa a 1800 personas, de las cuales 1400 trabajan en el país.
-De todos los puestos, sacando el actual, ¿cuál fue el que más le gustó?
-La verdad es que todos tienen su mística y su misterio. El ambiente de un estudio es de alta camaradería. Uno trabaja con los mejores clientes posibles del país y de la región, recibe un entrenamiento de primera, comparte momentos con compañeros excelentes. La verdad es que si uno puede trabajar haciendo lo que le gusta, en el lugar que quiere, con la gente que quiere, no se puede pedir más.
-¿Cuáles son las profesiones más comunes en Ernst & Young?
-Entre nosotros hay profesiones bastante diversas. Tenemos contadores, licenciados en Administración, economistas, muchos ingenieros industriales, en sistemas, abogados, psicólogos, sociólogos y actuarios (profesionales con formación en matemática y cálculo). La verdad es que en un ambiente donde hay tantas profesiones uno puede aprender muchísimo.
-¿Cuál piensa que es el rasgo primordial del trabajador argentino?
-Los profesionales argentinos son muy valorados en todos lados. Tenemos una formación muy buena a pesar de todo lo que se diga. Son muy inteligentes, creativos, innovadores y flexibles. Se adaptan con gran facilidad a diferentes cambios de situación y son muy efectivos después de un corto lapso en un trabajo.
-¿Cómo se forma un buen equipo de trabajo?
-Todos los trabajos se hacen en equipo. No hay llaneros solitarios . Los equipos están conformados por personas de distinto nivel de experiencia en la firma, que son entrenados aquí y en el exterior. Además, hay muchas iniciativas para compartir momentos de diversión, esparcimiento y recreación.
-¿Por ejemplo?
-Tenemos lo que nosotros llamamos los desafíos de Ernst & Young donde cada empleado, por iniciativa propia, confirma su asistencia. Este año se hizo rafting en Mendoza durante un fin de semana largo. También tenemos eventos anuales en los que comentamos cómo nos fue, adónde vamos y cuáles son las perspectivas. La fiesta anual es otro hito. Además promovemos la flexibilidad en el trabajo. Esto incluye acuerdos de trabajo flexible o remoto para las personas que lo necesitan hasta que ellas lo consideren necesario. Hay un número bastante importante en esta modalidad.
-¿Qué competencias se necesitan para trabajar en Ernst & Young?
-Lo que nosotros buscamos es gente buena con ganas de progresar, aprender y perfeccionarse. Gente inteligente, innovadora y creativa. Ahora, en materia de competencias, independientemente de las que cada uno trae de la casa y la Universidad, nosotros estamos en condiciones de darlas o complementarlas si eso fuera necesario.
–Usted realiza desayunos con sus empleados...
-Dos o tres veces por semana con 6 o 7 personas. Mi idea es tener la oportunidad de reunirme con todos para que me digan de primera mano qué cosas podemos mejorar y en qué estamos haciendo lo correcto. Como resultado se han disparado muchas iniciativas y acciones que han hecho mejor el ambiente. La verdad para mí ha sido muy enriquecedor y ha generado cambios interesantes.
-¿Hoy se ofrece el mismo plan de carrera que realizó usted?
-Sí, sin lugar a dudas. Los socios hemos tomado el compromiso de ofrecer las mismas o mejores oportunidades que nosotros tuvimos. Es la forma que tenemos de asegurar la habilidad permanente de nuestra firma para servir a nuestros clientes. También es la forma de que las personas que tienen desempeño superior al promedio reciban la compensación o recompensa adecuada a su talento y esfuerzo. En los últimos tres años se ha promovido un número de socios muy alto, equivalente a casi el 20% del universo existente. La decisión de continuar en su lugar la toman todos los días las personas que nos siguen acompañando y nosotros quisiéramos que nos elijan cada uno de los días que vienen a trabajar aquí. Intentamos vivir continuamente estos valores, no diciendo, sino ofreciendo el testimonio de la conducta diaria. A los chicos y a las chicas que trabajan acá les digo no crean lo que digo, vean lo que hago, y ése es el compromiso que tomo para con la gente.
-¿Usted todos los días vuelve a elegir Ernst & Young?
-Desde luego. Si no lo sintiera así no podría transmitirlo con convicción.
-¿Qué consejo le da a los jóvenes que están estudiando?
-Creo que cuando uno termina la Facultad, más que terminar recién empieza. Con lo cual mi sugerencia para los que terminan cualquiera de las carreras afines a lospostulantes que nosotros estamos reclutando para nuestra firma es que sigan estudiando, que planifiquen su carrera, sean consistentes, continuos y perseverantes en sus objetivos, que no tengan miedo de innovar, en probar experiencias nuevas que los enriquezcan como profesionales, que no tengan miedo en equivocarse y que disfruten el camino. Hay una necesidad fenomenal de profesionales en las distintas ramas de especialización en las que nosotros trabajamos, y una experiencia en una firma como ésta les puede abrir un montón de oportunidades.
Hoja de vida
Ernesto San Gil tiene 50 años. Nació en Buenos Aires. Esta casado y tiene dos hijos, de 19 y 23. Sus estudios los realizó en el Colegio San Román. Es contador público nacional de la Universidad de Buenos Aires. Le gusta hacer footing y sus hobbies son escuchar música, la pintura y leer.
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